Cada vez son más comunes las estafas, y, por desgracia, las hay de todo tipo, por lo que es muy fácil acabar cayendo en un engaño sin siquiera darnos cuenta. Hay fraudes a través de llamadas, SMS, correos, WhatsApp... Del mismo modo, hay engaños muy variados, como sorteos, falsas multas, ofertas de trabajo... No es nada extraño conocer a alguien que haya sido víctima de una situación similar, que, aunque algunos no se la tomen en serio, puede llegar a arruinarte la vida, como le pasó a Antonio Jesús.

El hombre recibió una llamada telefónica de una persona que le explicó una maravillosa propuesta de inversión, diciéndole que era el mejor momento para poner dinero en ella, que tenía un gran rendimiento y podría hacerse millonario rápidamente sin ningún esfuerzo. Antonio colgó sin hacerle caso, pero al día siguiente le volvieron a llamar. Él volvió a colgar y al día siguiente le llamaron otra vez, diciéndole que sabían que él invertía, que tenían sus fuentes, y que la oportunidad que le ofrecían era muy interesante. Convencieron al hombre de que su empresa era legítima, que todo era legal y fiable, y que era el mejor momento para invertir antes de que empezaran a subir los precios

150.000 euros estafados

Finalmente, el hombre se creyó el engaño e invirtió 10.000 euros. Unos días más tarde, le llamaron del banco, o eso creía él, diciéndole que su cuenta ahora tenía 60.000 euros, que había crecido muchísimo en menos de una semana. Antonio continuó poniendo dinero, hasta llegar a los 150.000 euros, que consiguió pidiendo préstamos, pero los falsos inversores le habían estado engañando todo aquel tiempo, y el dinero no iba a acciones, sino a la cuenta bancaria de los ciberdelincuentes. Al ser consciente de que le habían estafado y ahora estaba endeudado, se lo explicó a su mujer, la cual decidió pedirle el divorcio al enterarse. Para evitar acabar como Antonio, se recomienda no confiar en ninguna llamada ni mensaje que te pida información personal.