Cuatro jóvenes de entre 18 y 19 años apalearon dos personas sin techo el pasado 27 de septiembre en Blanes (Girona) en una agresión sin sentido motivada únicamente por el hecho de que las víctimas vivían en la calle. Los Mossos d'Esquadra detuvieron a los adolescentes, de nacionalidad española, el 1 de octubre, acusados de los delitos de lesiones y contra el ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la constitución, con el agravante de abuso de superioridad hacia las víctimas.

La noche del 27 de septiembre, tanto la Policía Local de Blanes como los Mossos d'Esquadra recibieron varias alertas que hablaban de una agresión a una persona sin hogar. Los testigos hablaron de un grupo de jóvenes que había apaleado a un hombre que vivía en una chabola. La víctima, de 65 años, presentaba hematomas, lesiones en la cabeza y hemorragias. Los agentes lo atendieron mientras esperaban la llegada de la ambulancia del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) que acabó trasladando al herido a un hospital de Girona con pronóstico grave.

Al día siguiente de los hechos otro hombre sin techo acudió a la comisaría de los Mossos de Blanes para denunciar una agresión similar que había tenido lugar la misma noche y que le había dejado hematomas en la cara, una hemorragia en uno de los ojos y la nariz rota. Además, explicó que no solo había sufrido él la paliza, sino que había más personas vulnerables que habían sido atacadas por este grupo.

Planeaban las agresiones movidos por la aporofobia

El Área de Información Territorial de los Mossos d'Esquadra de Girona se hizo cargo del caso y abrió diligencias. La investigación averiguó que las agresiones estaban planificadas: los jóvenes hacían un reconocimiento previo del sitio donde pasaban la noche las víctimas e incluso llegaban a hablar con ellas días antes. En dos de los casos se desplazaron en un coche, posteriormente identificado por la Policía Local de Blanes, cometían las agresiones y se marchaban sin dejar rastro. Con respecto al móvil de los ataques, los agentes identificaron la aporofobia, es decir, miedo a la pobreza y a las personas sin recursos. En este sentido, su objetivo era causar daño a las víctimas por el simple hecho de que vivían en la calle.

Con su coche identificado por la policía municipal, no se tardó mucho en localizar a los supuestos autores de las agresiones, que quedaron detenidos y pasaron a disposición judicial este jueves. La investigación continúa en marcha, ya que no descartan que haya más casos ni tampoco más personas implicadas en estas muestras de violencia sin sentido.