Un matrimonio de Elda, Alicante, fue detenido la semana pasada: se les acusaba de haber grabado los genitales de sus clientas cuando iban a hacerse tratamientos de depilación en el centro estético que regentaban, una franquicia llamada No+Vello en pleno centro de la ciudad. Más de 83 víctimas identificadas y muchas otras sin identificar. Y entre ellas muchas menores de edad. Ahora, Sonia, que era menor cuando asistía, ha explicado a ElCaso.com su experiencia durante el proceso.

"No hace falta que te pongas las bragas"

"Yo recuerdo lo típico, que llegabas, te atendían con la cita y te pasaban a la sala, te pedían que te desvistieras de cintura para abajo y que te tumbaras en la camilla", empieza a relatar Sonia. En estos centros, normalmente se proporciona a las clientas unas braguitas de papel para sustituir la ropa interior y poder hacer la depilación con facilidad, pero manteniendo la intimidad.

"La primera vez sí que me las dieron, pero en la segunda y tercera cita la mujer me dijo: no hace falta que te las pongas, si total ya vas a estar ahí tumbada abierta de piernas, vas a estar más cómoda sin las bragas".

Además, el momento del tratamiento, dice "sí lo recuerdo un poco violento. En otros sitios abres una pierna y luego la otra, o te mueven tu propia ropa interior, aquí era completamente descubierta y abierta de piernas".

Un matrimonio de Elda detenido por abusos sexuales a clientas

Los hechos se remontan a 2012, cuando la detenida, Reme, empezó a trabajar en el centro No+Vello de fotodepilación en la calle Antonino Vera de Elda, una de las arterias principales de la ciudad alicantina. Es desde entonces que se tiene constancia de los abusos.

Desde ese año se grabaron más de 500 vídeos en los que se mostraban distintos planos de los genitales de las clientas, que se grababan con diferentes cámaras escondidas en la cabina del centro estético en el que se practicaban las depilaciones. Una de ellas estaba escondida en la rejilla de ventilación y ofrecía un plano general de la sala, mientras que los planos más detallados se hacían a través de un boli espía que la detenida utilizaba y dejaba en la camilla para grabar los genitales de cerca.

De todos los vídeos se han podido identificar de momento 83 víctimas, de las cuales muchas menores, incluso vistiendo el uniforme del colegio -en Elda diversos centros educativos exigen llevarlo- que después de casi 10 años se han enterado de que habían sido grabadas.

Víctimas menores de edad y pornografía infantil

"Muchas veces es la primera vez que haces un tratamiento así y no sabes lo que es normal y lo que no, y pues sigues lo que te dicen", dice Sonia, que cuando empezó el tratamiento tenía 17 años.

Sonia se enteró del tema el día en que se detuvo a Reme y Joaquín, el matrimonio responsable de las grabaciones y que regentaba el local. En su centro No+Vello trabajaba la mujer y otra empleada, que no está implicada en los hechos y que tampoco tenía constancia de las prácticas que se ejercían en su lugar de trabajo.

El matrimonio fue detenido por haber grabado a sus clientas mientras hacían tratamientos de fotodepilación en las zonas genitales / Pixabay

No+Vello es una empresa que ofrece franquicias y que en Elda cerró en 2013, año desde el que la detenida trasladó su actividad a su propio domicilio. Desde la empresa franquiciadora no han querido hacer declaraciones al respecto.

La investigación policial se empezó a desarrollar meses atrás gracias a las redes de cooperación internacional en la lucha contra la explotación sexual de menores a través de las tecnologías de la información y la comunicación.

Abuso sexual: fotodepilación con tocamientos

Fue un mensaje de la Embajada de los Estados Unidos en Madrid el que alertó a los agentes de la Policía Nacional sobre la existencia de conexiones en España desde las que se estaban distribuyendo contenidos que incluían pornografía infantil a través de internet.

Después de triangular las conexiones y descubrir que procedían de Elda, los agentes entraron y registraron el domicilio del investigado, Joaquín A., encontrando una gran cantidad de archivos con contenido de explotación sexual a menores, en algunos casos de carácter muy denigrantes para las víctimas.

Del análisis de los centenares de grabaciones que se encontraron en el domicilio particular, unas 500 cintas de varias horas de duración, se pudo demostrar que algunas víctimas también habían sufrido abusos sexuales, ya que la detenida, Reme P., masajeaba los genitales durante varios minutos llegando al acceso carnal con la excusa del tratamiento estético realizado a la víctima, según informó la Policía Nacional.

Por todas las evidencias de las grabaciones, se detuvo al matrimonio. Se les acusa de delitos de abuso sexual, producción, distribución y tenencia de material de abuso sexual infantil. Además, por las grabaciones a personas mayores de edad, se les atribuyen delitos de descubrimiento y revelación de secretos.

Se descubre todo diez años después: identificación difícil

La detención después de casi diez años de los presuntos responsables ha provocado grandes dificultades a la hora de resolver el caso e impartir justicia. Primero, es muy difícil  identificar a las víctimas.

Cuando Sonia intentó recabar datos para denunciar que estaba afectada por el caso, no pudo encontrar la tarjeta en la que ponía la fecha de la cita, ni recordar la ropa que llevaba puesta durante las sesiones, datos clave para la identificación. "Después de ocho años, ¿quién guarda esas tarjetitas? Estarán en la basura", se abate la víctima.

Las tarjetas en las que se mostraban las citas de la depilación no han podido ser una prueba, ya que ha pasado mucho tiempo y las víctimas no las conservan / PxHere

Haciendo de tripas corazón y "furiosa", acudió a la comisaría de Elda, donde le derivaron al Centro de Delitos Tecnológicos de Alicante, que identifica a las víctimas. Sin los datos clave -ropa y fechas de las citas- fue imposible encontrarla en las grabaciones. Ahora, solo le queda esperar a recordar algo o a que le llamen desde la policía con nueva información.

"A saber quién se ha descargado mis vídeos desnuda"

Al colgar, "me puse a llorar como una magdalena, me mataba de impotencia pensar que había vídeos míos difundiéndose por internet".

Aunque desde el cuerpo de investigación le aseguraron que todos los vídeos relativos al caso han sido cifrados y retirados de la red, no se puede garantizar que los usuarios que lo descargaron en algún momento no lo tengan disponible de forma ilimitada. "Es increíble la frustración de saber que mis vídeos llevaban años por ahí, vete tú a saber quién se los ha descargado". 

"Cuando salió la noticia me angustié muchísimo... Era horrible esa sensación de ¿qué hago, dónde voy, en qué me van a poder ayudar?"

Juicio inminente: 83 víctimas y delitos prescritos

Otra afectada que prefiere permanecer en el anonimato, que también fue clienta en los años en los que se produjeron las grabaciones y que tampoco ha conseguido ser identificada en las imágenes ha declarado a ElCaso.com: "A mí me desbloquearon un recuerdo cuando se habló en las noticias del boli espía. Entonces me acordé de que la mujer sí usaba un bolígrafo para apuntar o fingir que apuntaba cosas como la potencia del láser. Y luego lo dejaba encima de la camilla, cosa que me parecía rara, pero que ahora encaja".

El matrimonio, con dos hijos jóvenes y muy conocidos en la localidad por sus vínculos familiares con una importante empresa de Elda, está ahora en libertad con cargos a la espera de juicio, donde serán defendidos por la abogada Celia Carbonell, que tampoco quiso declarar a este medio.