Las cenizas de Mati Muñoz, la mujer asesinada el mes de julio en Lombok, Indonesia, serán esparcidas en la playa donde iba a nadar cada mañana. Así lo ha comunicado su familia y amistades, que tienen la intención de celebrar un ritual en su honor. Por este motivo, según fuentes familiares, el círculo más íntimo de la víctima se está desplazando estos días hasta la isla.

Mati Muñoz nació en Galicia, pero residía en Palma de Mallorca. Tenía 72 años y pasaba largas estancias en Indonesia, concretamente en el hotel Bumi Aditya de Lombok, donde Mati decía que "se encontraba como en casa". El pasado 2 de julio Mati envió su último mensaje a su familia y, días después, fueron sus queridos quien denunciaron la desaparición. A pesar de sospechar que le había pasado alguna cosa grave, no fue hasta el 13 de agosto, un mes y medio más tarde que la Policía de Indonesia, a petición de los Mossos d'Esquadra, no abrió una investigación. El 30 de agosto el cuerpo de la mujer fue encontrado, en avanzado estado de descomposición, enterrado en la playa de Batu Bolong, cerca del hotel donde se alojaba.

Crimen por 150 euros

La investigación de la policía de Indonesia reveló que dos hombres —un trabajador del hotel y otro, que previamente fue despedido por robo— entraron por la ventana de la habitación de la víctima para robarle el dinero. Cuando fueron sorprendidos por Mati, la asfixiaron. Después, envolvieron el cuerpo con sábanas y lo escondieron en diferentes habitaciones del hotel antes de enterrarlo. El botín que habían robado fueron solo unos 150 euros. En el cambio de moneda, sin embargo, serían unos tres millones de rupias, lo que equivaldría a un sueldo en Indonesia.

La autopsia confirma la muerte por asfixia

Este jueves, 18 de septiembre, se ha conocido que la autopsia practicada en el cuerpo de Mati ha confirmado que murió por asfixia y que presentaba traumatismo en la cabeza, en el cuello y en el pecho. La Policía de Indonesia detuvo a los dos sospechosos, los ladrones que pretendían llevarse una recaudación ridícula, considerados los principales responsables del homicidio.