Twitter pone fin a la polémica de José Eugenio Arias-Camisón, más conocido en esta red social como "el hostelero fascista", después de que colgase una imagen de un cartel un tanto controvertido buscando trabajadores.

Un hostelero crítico con el gobierno

El empresario vasco y residente en Marbella es el propietario del Asador Guadalmina, un restaurante cuyo diseño se caracteriza por una decoración de extrema derecha. Durante los últimos meses, José Eugenio se ha hecho popular en Twitter por sus numerosas quejas en contra del gobierno de Pedro Sánchez y la nueva normativa del plan de ahorro energético. A su vez, se le ha podido ver juzgando la Ley Antitabaco y las pagas de los desempleados.

Pero la polémica más llamativa llegó con un cartel que colgó en su restaurante con la intención de quejarse ante la dificultad de encontrar trabajadores para su local. En la imagen se podía leer: "Pagamos por encima del convenio y no aparece nadie. Tenemos a más de tres millones de parados cobrando el subsidio (10.000 en Marbella y 5.000 en Estepona), y 203.000 personas cobrando el Ingreso Mínimo Vital. Y un número indeterminado de inmigrantes ilegales cobrando una pensión y teniendo asistencia sanitaria". Concluye con un "vergüenza nacional".

Imagen del cartel de José Eugenio en su restaurante I Twitter

Avalancha de críticas de los usuarios en Twitter

Los usuarios de Twitter no tardaron en responder y criticar su cartel y lo han bautizado como el hostelero "antirojo" o "fascista". Sus numerosos mensajes y acusaciones en su cuenta personal lo dejan claro: "Gobierno traidor, separatista, comunista y terrorista", "absurda norma de ahorro energético"o "iros a la mierda todos. Rojos de mierda", entre otros. Aunque sí que es cierto que tiene cientos de seguidores en su cuenta, este personaje se le ha ido de las manos.

Un usuario critica el polémico cartel I Twitter

Twitter cierra la cuenta del hostelero

Estas polémicas intervenciones le han llevado a enfrentarse con cientos de tuiteros, periodistas y activistas de izquierda, y para sorpresa de todos, también con quien comparte espectro ideológico. Por este motivo, Twitter no ha tardado en tomar las riendas del asunto y ha tomado la decisión de suspender su cuenta por incumplir las reglas de Twitter.

Ante estas acusaciones, el hostelero negó en una entrevista a EL ESPAÑOL ser facha: "A ver, yo tengo mi local lleno de banderas de España. De Franco no hay nada, lo que pasa que para algunos poner la bandera es de fachas". Sin embargo, se ha declarado ser enemigo de Pedro Sánchez. De hecho, José Eugenio lo declaró persona 'non grata' en su restaurante de Málaga. "A mí no me gustan ni la política ni los políticos, pero mucho menos me gustan los políticos de izquierda que lo que hacen es arruinar este país", dijo en su red social.

Por suerte, ante este tipo de personas, Twitter suele reaccionar con mano dura. No sabemos cuánto tiempo estará incomunicado, o si se creará otra cuenta paralela, lo que no hay lugar a dudas es que seguramente el hostelero volverá pronto a "seguir dando guerra", hasta que vuelva a 'liarla' con sus insensatas declaraciones.