El pasado martes por la noche, un hombre cogió el coche después de haber bebido y decidió llevarse a sus hijos menores de edad con él. El trayecto tuvo un final abrupto y bastante violento, ya que se estrellaron contra la valla que separa el arcén de la carretera del asfalto. Milagrosamente, ninguno de los cuatro sufrió heridas, pero el coche quedó completamente destrozado por la parte delantera. El siniestro tuvo lugar en la autovía AP-7, alrededor de las diez menos cuarto, que es la hora a la que los servicios de emergencias recibieron la alerta de que un coche se había salido de la vía.

Hasta el lugar, en el punto kilométrico 85.5, a la altura de Maçanet de la Selva (Girona), se desplazaron varias patrullas de los Mossos d'Esquadra que comprobaron que el vehículo de lo ahora detenido, de la marca Citroen, había chocado contra una valla, presuntamente, cuando el conductor perdió el control y se salió de la carretera. Dentro del coche todavía estaba el padre con los tres hijos de corta edad, todos, afortunadamente, sin heridas de gravedad.

Quintuplicaba la tasa de alcohol

Después de asegurar la zona, los policías hicieron salir al padre y los tres niños, comprobando que el hombre apenas se sostenía en pie y mostraba evidentes signos de ir bajo los efectos de algún tipo de sustancia. Por esta razón, lo sometieron a una prueba de alcoholemia y de drogas con el primer donando un resultado positivo. En concreto, el alcoholímetro marcó una tasa de 1,39 miligramos por litro de sangre superando casi por seis el máximo permitido legalmente que se sitúa a 0,25 miligramos.

El conductor, que no tenía antecedentes, quedó detenido por un delito contra la seguridad del tráfico por haber conducido borracho y fue trasladado a dependencias policiales, mientras que los niños los entregaron a un familiar para que se hiciera cargo. Al día siguiente de los hechos, el hombre pasó a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Santa Coloma de Farners.