La Guardia Civil ha detenido a tres personas, entre las cuales un agente de la Policía Nacional, por el asesinato de Rafael Piorno, un conocido médico de 76 años de Roquetas de Mar que había sido candidato del PP a la alcaldía de esta localidad almeriense en varias elecciones municipales. Su cadáver fue encontrado el pasado 25 de agosto en el interior de su casa, en el número 70 de la calle Enrique Granados. Fue un vecino quien alertó a los servicios de emergencias porque hacía dos días que no sabía nada de él y había visto restos de sangre en la puerta del domicilio. Cuando los bomberos y los cuerpos policiales accedieron, encontraron al hombre ya sin vida, esposado y con tres heridas infligidas con un arma blanca.

Aunque en un primer momento se pensó que los autores del crimen podrían ser posibles compradores de la casa, ya que la tenía en venta, las primeras perquisiciones, una vez hecha la inspección del domicilio y recogidas varias pruebas, apuntaron al hecho de que la víctima podría tenía algún vínculo o relación con los posibles atacantes. La investigación, a causa de la amplia red de contactos que el hombre tenía tanto en su vida personal como profesional, hizo que fuera necesario un "gran esfuerzo y un exhaustivo análisis" para encontrar a los presuntos asesinos. Finalmente, el pasado 17 de septiembre, pudieron localizar y detener tres presuntos implicados en la muerte en León, Almería y Roquetas de Mar. Uno de ellos se trata de un agente de la Policía Nacional destinado en El Ejido.

El hombre fue encontrado asesinado en el interior de su casa. / EFE

Los tres detenidos habían urdido un plan premeditado

Los investigadores pudieron constatar que uno de los detenidos conocía directamente a la víctima, cosa que le permitió saber sus horarios y sus rutinas. Otro se había desplazado expresamente desde León para cometer el ataque contra el conocido médico de manera coordinada con los otros dos detenidos, que conocían las medidas de seguridad que tenían que adoptar tanto antes como después de los hechos. Habían conseguido ganarse la confianza de la víctima con diferentes excusas para poder llevar a cabo el ataque y habían intentado borrar cualquier rastro del lugar que los pudiera vincular con él después del crimen.

Una vez hechas las tres detenciones, se registró sus domicilios en las localidades de León y Aguadulce-Roquetas de Mar, así como un local que uno de ellos tenía alquilado en la ciudad de Almería, donde encontraron varios objetos que los pudieron relacionar con los hechos. Dos de los detenidos han ingresado en prisión después de ser puestos a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Roquetas de Mar, mientras que el tercero ha quedado en libertad bajo la condición de investigado.