Los traficantes de drogas, normalmente, cuando tienen que hacer algún intercambio o venta de estas sustancias en medio de la calle, buscan lugares escondidos, oscuros y no transitados para poder hacerlo de manera secreta y disimulada y que nadie se dé cuenta de lo que están haciendo, especialmente los cuerpos policiales. Cada vez más, sin embargo, la sensación de impunidad que muchos de ellos tienen al ver que no los pillan o que, en caso de ser detenidos, salen en libertad al cabo de poco tiempo, han hecho que bajen la guardia y cada vez empiecen a esconderse menos, lo que favorece que puedan ser pillados, como ha pasado esta semana en Barcelona.
Este miércoles, poco antes de las doce del mediodía, efectivos de paisano de la Guàrdia Urbana del distrito de Gràcia estaban haciendo un patrullaje preventivo por la zona prestando servicio de seguridad ciudadana cuando pudieron observar como en la calle de la Independencia, en el cruce con la calle Provença, había una persona al lado de la motocicleta con actitud nerviosa y vigilante, tal como han explicado fuentes municipales a ElCaso.com. Entonces, se le acercó otro individuo y los dos empezaron a hacer un intercambio muy sospechoso en medio de la vía pública y sin tomar ninguna precaución para no ser descubiertos.
El traficante llevaba dos bolsas llenas de marihuana
Los agentes, que ya se olían que lo que estaban haciendo era una venta de sustancias estupefacientes, fueron hacia ellos y se identificaron, momento en que el segundo individuo intentó huir corriendo. Sin embargo, los efectivos policiales lo pudieron acabar interceptando después de una persecución a pie. Los agentes del cuerpo municipal identificaron al hombre y lo registraron, encontrándole encima dos bolsas de marihuana, con más de un kilo y medio en total, así como una porción de hachís. Ante estas evidencias, el hombre, mayor de edad y de quien no han facilitado nacionalidad ni antecedentes, fue detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.