Los Mossos d'Esquadra cazaron la noche del lunes al martes de esta semana a dos personas que traficaban con drogas aprovechándose de vehículos VTC, coches en conductor que se pueden alquilar por trayectos cortos por la ciudad de Barcelona como Uber o Cabify, y del toque de queda decretado por el coronavirus.

En poco rato los agentes de la policía catalana detectaron, en un control de paso instalado para evitar que la gente se salte el confinamiento nocturno, dos vehículos que sus pasajeros llevaban éxtasis, el primero, y hachís, el segundo.

Con MDMA escondido en los zapatos

El primer detenido es un hombre de 38 años de nacionalidad española que alrededor de la una menos cuarto fue detectado en el control de paso en el marco del dispositivo Orís en la calle de Valencia de Barcelona, en el distrito del Eixample.

Droga Barcelona

El dinero y la droga que llevaba escondida al hombre detenido a la calle de Valencia por|para los Mossos / CME

Los agentes pararon el VTC que lo llevaba y cuando lo interrogaron y registraron, le encontraron escondido en los zapatos dos bolsas de plástico con una sustancia que, a falta de las confirmaciones periciales, parecen MDMA, una droga sintética. El hombre quedó detenido por un presunto delito contra la salud pública.

Un segundo detenido en pocos tiempos de diferencia

Cuando todavía casi no se había ni trasladado el primer detenido a comisaria, los agentes de los Mossos d'Esquadra pararon a un segundo VTC e interrogaron al pasajero. El hombre, de nacionalidad holandesa y de 40 años, tampoco supo explicar de dónde venía en aquella hora -hay que recordar que a las diez de la noche arranca al toque de queda en Catalunya- y en el registros le encontraron una mochila con casi 3.000 euros y una gran cantidad de hachís. Como el otro pasajero, también quedó detenido acusado de un delito contra la salud pública.

Traficantes con VTC, Glovo y otros métodos

No es la primera vez que los Mossos d'Esquadra detectan a los narcotraficantes de la capital de Catalunya aprovechan los servicios de estos vehículos en conductor o los taxis para mover la droga, de manera disimulada por Barcelona.

En otros casos también se han aprovechado de los servicios de mensajería de Glovo para enviar de una punta a la otra de Barcelona la droga. La Guardia Urbana y los Mossos hicieron controles durante el estado de alarma y el confinamiento estricto para controlar qué llevaban los riders para evitar que se convirtieran, sin quererlo, en traficantes.