Tensión esta mañana en la AP-7, concretamente a la altura de Constantí, en el Tarragonès, donde un coche ha quemado hasta quedar totalmente incinerado. El fuego ha crecido y ha llegado a saltar a los matorrales que hay en la parte exterior del tramo, pero afortunadamente se ha podido controlar a tiempo y, en menos de una hora, se ha podido dar por resuelto el accidente.
Los hechos han tenido lugar hacia las diez de la mañana en el punto kilométrico 250 de la autopista, en el término municipal de Constantí. Un coche que circulaba en dirección sur ha empezado a quemar de repente por causas desconocidas, y el conductor ha conseguido apartarse y parar el vehículo en el arcén del carril. El hombre ha bajado del coche y el fuego ha empezado a crecer, quemando completamente el vehículo y dejándolo carbonizado, con la mala suerte de que las llamas han llegado a unos matorrales que se encontraban junto a la autopista y han empezado a quemar.
Hacia el lugar se han desplazado cinco dotaciones de Bombers, que no han perdido el tiempo y se han puesto a trabajar para apagar el fuego tan rápidamente como podían. Hacia las diez y media, el incendio de vegetación estaba bajo control y, antes de las once, también lo estaba el fuego del coche. El siniestro ha acabado sin más daños, pero toda la maniobra ha implicado retenciones de dos kilómetros después de cortar dos de los tres carriles de la autopista.
Arde un autobús a la C-32
Ayer por la mañana, hacia las diez y media, tuvo lugar un incidente muy similar en la C-32. A la altura de Alella, un autobús empezó a quemar y tuvo que parar y hacer bajar a los viajeros. El fuego, originado en la rueda, siguió creciendo hasta afectar a todo el bus, que poco a poco acabó consumido por las llamas. El conductor fue el único que quedó levemente afectado por el accidente y tuvo que ser atendido a causa de la inhalación de humo. Los viajeros, sanos y salvos, fueron trasladados por otro autobús de la empresa