Un pasajero del metro de Barcelona ha salvado la vida gracias a la rápida intervención de dos personas que también viajaban en el transporte público. El hombre sufrió un ataque cardiaco y la asistencia que le dieron dos médicos hasta que llegaron las ambulancias del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) evitó que acabara muriendo. El hombre pudo ser estabilizado por los sanitarios y trasladado a un hospital.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 28 de octubre en torno a las diez de la noche. Uno de los trenes que circulaba por la línea 4 se tuvo que detener a la estación de Ciutadella/Villa Olímpica cuando se accionó el tirador de emergencia porque uno de los pasajeros había sufrido un infarto. Afortunadamente, en el mismo vagón viajaba un médico norteamericano que rápidamente lo auxilió y lo sacó al andén. Allí había otro sanitario, un médico especializado en Medicina Interna de Barcelona, que estaba esperando el metro para ir hacia casa.
La rápida intervención de los dos sanitarios salvó la vida del hombre
Entre los dos le practicaron maniobras de reanimación cardiorrespiratoria mientras no llegaban los profesionales sanitarios del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM). Durante 20 minutos, uno le practicó el masaje cardiaco, mientras el otro se encargó de la ventilación pulmonar. Los otros pasajeros del metro también se movilizaron, unos para llamar al 112 y otros para ir a buscar el desfibrilador más próximo, que después utilizaron los dos médicos.
Cuando los efectivos del SEM llegaron a la estación de Ciutadella/Villa Olímpica, estabilizaron al paciente y lo trasladaron hasta un centro hospitalario. El único dato que he trascendido de él es que reside en Barcelona. A causa del suceso, la línea 4 del metro de Barcelona estuvo casi media hora parada. Los trabajadores del Metro están acostumbrados a estas paradas de circulación cuando un pasajero se encuentra mal, pero normalmente son por mareos o indisposiciones leves.