Los Mossos d'Esquadra, después de meses de investigación, han desmantelado un grupo dedicado al cultivo exterior de marihuana y han podido intervenir unas 4.500 plantas de esta droga que había en medio de una zona boscosa de Tremp, en el Pallars Jussà (Lleida). Todo empezó a finales de 2024, cuando agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría del municipio descubrieron un espacio deforestado con signos evidentes de haberse utilizado recientemente como plantación de marihuana al aire libre. Este solar sospechoso, en una zona de rodeada de bosque muy cerca del Barranc d'Escarlà, estaba en una zona de difícil acceso a la cual no se podía llegar en vehículo y había indicios que alguien había vivido allí para cuidar el cultivo.

Los investigadores, ante las elevadas posibilidades que los traficantes decidieran montar una nueva plantación, estuvieron vigilando y teniendo bajo control el solar hasta que en abril pasado vieron como varias personas entraban y salían de la zona, en muchos casos, cargados con grandes volúmenes de material habitualmente utilizado en las plantaciones de marihuana. Finalmente, después de meses de investigación, se confirmó que en el espacio se había montado una nueva plantación de marihuana gestionada por un entramado criminal.

Miles de plantas con un valor de tres millones de euros

Una vez con pruebas suficientes y recibida la autorización judicial, el pasado 9 de septiembre los Mossos accedieron a la zona investigada con una cuarentena de efectivos de Investigación, ARRO, Medio Ambiente y Drones. Se intervinieron cerca de 4.500 plantas de una altura de entre uno y dos metros de altura, repartidas en cinco bancales y en una extensión de terreno de casi 6.000 m². Se estima que el total de la droga habría tenido un valor en el mercado ilícito superior a los 800.000 euros en caso de venta al por mayor y de casi tres millones de euros si hubiera sido vendida al detalle.

Durante el registro, también se localizaron cuatro tiendas de campaña, dos de ellas para pernoctar y dos para hacer tareas de vigilancia, así como teléfonos móviles, documentación, herramientas de jardinería, terminales de comunicación portátiles y pertenencias personales como máquinas de afeitar, cepillo de dientes o ropa. Además, se descubrió que habían creado un sistema de suministro de agua a partir de un embalse artificial que bebía de un río ubicado a unos 800 metros de la plantación. Los tres responsables de la plantación, tres hombres de entre 27 y 43 años sin antecedentes de quienes no se ha facilitado la nacionalidad, quedaron detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública y un delito de pertenencia a grupo criminal.