Las sospechas de un cabo de la Policía Local de Castell-Platja d'Aro han dejado al descubierto a un grupo de ladrones con el coche cargado de dinero robado. Fue el pasado 7 de marzo cuando este agente vio un vehículo sospechoso con cuatro ocupantes entrando en el núcleo de s'Agaró desde Sant Feliu de Guíxols. El policía alertó a comisaría y solicitó que le hicieran un seguimiento a través de las cámaras de seguridad instaladas en el municipio. El presentimiento del cabo se acabó confirmando poco después cuando el vehículo se detuvo en la avenida de Platja d'Aro y se bajó un hombre que se dirigió a un cajero automático con una gorra y una mascarilla para ocultar su rostro. Poco después, volvió a subir al vehículo y se marchó.

Paralelamente, los efectivos de la Policía Local habían montado un dispositivo de cierre del municipio para evitar que el coche pudiera huir. Así, cuando se disponía a coger la autovía en Platja d'Aro, lo pararon. Los agentes registraron el vehículo y su sorpresa fue encontrar varias bolsas de plástico llenas de dinero, en muchos casos con monedas y billetes de cinco euros, tal como ha adelantado el Diari de Girona. Los agentes municipales contactaron con la entidad bancaria para consultar qué movimientos se habían hecho en el cajero automático donde habían visto al hombre y les confirmaron que habían utilizado una tarjeta para retirar 1.700 euros.

Una tarjeta robada horas antes

Los policías municipales pudieron descubrir que la tarjeta que habían utilizado para retirar el dinero, había sido robada aquella misma mañana a una mujer de 87 años en Sant Feliu de Guíxols. Lo habían hecho dos hombres que, con la excusa de reparar el toldo, habían entrado en su casa y le habían robado la cartera y 250 euros. Los policías sospechan que ya la habían estado siguiendo días antes para conseguir su número PIN.

Así pues, se detuvo a los cuatro ocupantes del vehículo, los dos hombres que habían entrado en casa de la abuela y dos mujeres, y se les trasladó a comisaría, donde descubrieron que llevaban todavía más dinero escondido en los calcetines o en una doble faja. En total, había 3.500 euros de los cuales se desconoce la procedencia de la gran mayoría. Ninguno de los cuatro, de nacionalidad colombiana, se dejó identificar, motivo por el cual fueron puestos a disposición de la Policía Nacional. Se les acusa de los delitos de hurtos y estafa, pero a los hombres, además, también se les ha aplicado la ley de extranjería por estar en situación irregular en España. Uno de ellos acumula más de 30 antecedentes policiales. La investigación sigue abierta para aclarar de dónde salió el dinero que llevaban en el coche.