Los Mossos d'Esquadra, junto con los agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han detenido a cuatro hombres, de entre 29 y 47 años, acusados de ser los autores de hasta diez robos de coches y pertenencia a organización criminal. Estos arrestos se consiguen después de una investigación que empezó en octubre del año pasado, cuando se detectaron una serie de hurtos de vehículos, todos de la misma marca y modelo, con un modus operandi idéntico.
Las pesquisas han revelado que los delincuentes se trasladaban por diferentes puntos de la geografía catalana y española, robando los mismos coches que almacenaban en zonas aisladas a la espera de reunir un número suficiente de vehículos para poder enviarlos en cargamentos marítimos hacia África, en concreto, hacia Gambia, donde los vendían de manera ilegal, embolsándose importantes cantidades de dinero.
De la península a Canarias y de Canarias al continente Africano
Según pudieron averiguar los agentes, el grupo estaba perfectamente jerarquizado y dividido en tres niveles: al frente se encontraba el líder, quien se encargaba de dirigir los robos y las acciones posteriores. En el siguiente estrato estaban las personas encargadas de hacer los robos; era gente que llegaba de otros países de Europa después de haber sido contactados por la organización. Finalmente, en la base de la pirámide estaban los individuos que conocían los sitios donde querían robar los coches, los seleccionaban y facilitaban los datos necesarios para llevar a cabo los asaltos con seguridad.
Los coches los sustrajeron progresivamente: entre el 28 y el 30 de octubre se llevaron siete coches (dos en Alpicat, dos en Lleida, dos en Girona y uno en Montsó) y entre el 7 y el 9 de noviembre se tuvo conocimiento de dos robos más perpetrados por el mismo grupo en Almería. En la primera tanda de robos, la Guàrdia Urbana de Lleida recuperó dos, gracias a los sistemas de geolocalización que tenían incorporados los coches.
Una vez se habían hecho con la mercancía, trasladaban estos coches en contenedores marítimos hasta Canarias, desde donde continuaban su viaje hacia África, con destino final Gambia. El pasado 28 de noviembre, sin embargo, Vigilancia Aduanera interceptó uno de estos contenedores en el puerto de La Palma de Gran Canaria, en el que estaban trasladando tres de los coches robados en Lleida. Estirando este hilo, y gracias a gestiones aduaneras internacionales, se localizó un segundo contenedor en el puerto de Banjul, en Gambia, también lleno de vehículos robados por estos delincuentes.
Cuatro detenidos, pero la investigación continúa en marcha
Finalmente, entre el pasado 24 de abril y el 2 de mayo, los Mossos pudieron detener a cuatro de estas personas en Lleida, que formarían parte del tercer estrato de la organización, los que marcaban los coches susceptibles de sustraer. Los cuatro quedaron en libertad después de declarar en comisaría y tienen la obligatoriedad de presentarse ante un juez cuando sean requeridos. Para poder desmantelar el resto de la banda, la policía catalana mantiene la investigación en marcha.