La Policía Local de Castell-Platja d'Aro ha detenido a un hombre, de 30 años y nacionalidad portuguesa, que estaba siendo buscado por las autoridades de Suiza como presunto autor de dos secuestros que tuvieron lugar en pocos días de diferencia entre finales del 2023 y principios de este 2024. Su detención se produjo la madrugada del pasado 19 de febrero en un control de tráfico rutinario situado en uno de los accesos al municipio. En un momento dado, los agentes pararon un coche con matrícula suiza, identificaron al conductor y registraron el vehículo.

Durante la inspección del vehículo, tal como apunta el Diari de Girona, los policías locales encontraron un pasaporte escondido bajo una de las alfombras del coche, lo que llamó su atención. Al comprobarlo, vieron que era el de uno de los ocupantes que iba en los asientos de atrás y, al verificar sus datos, descubrieron que sobre él pesaba una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por las autoridades de Suiza por dos detenciones ilegales. Ante esta información, el hombre quedó detenido y fue trasladado a comisaría para ser puesto más tarde a disposición de los Mossos d'Esquadra, para que hicieran las gestiones correspondientes con la policía del país helvético.

Buscado en Suiza por dos secuestros

Los secuestros por los cuales las autoridades suizas buscaban al hombre detenido en Platja d'Aro tuvieron lugar en menos de una semana de diferencia entre finales de 2023 y principios de 2024. El primero de ellos se produjo el 29 de diciembre en la localidad de Vevey, cuando el arrestado y tres personas más obligaron a una persona a introducirse en un vehículo contra su voluntad, amenazándolo con cortarle los dedos. Consiguieron llevarlo hasta Lausana, pero allí el hombre consiguió escapar.

Pocos días después, el 4 de enero, también en el municipio de Vevey, el detenido y tres personas más, como en la ocasión anterior, secuestraron a otro hombre y lo hicieron subir por la fuerza a un coche. Lo amordazaron, le dieron una paliza y lo grabaron en vídeo para después enviarlo a su familia pidiendo que pagaran un rescate. Al día siguiente, sin que haya trascendido si acabaron pagando, la víctima fue dejada en libertad en Francia, en un punto muy próximo a la frontera con Suiza. Ninguna de las personas que iban con el detenido en Platja d'Aro, sin embargo, tenían relación con estos dos hechos.