Los Mossos d'Esquadra de la Unidad Regional de Investigación de Salud Pública de Barcelona (URISP), con la colaboración de la Guardia Urbana de Barcelona y de Endesa, han desmantelado un punto de producción de marihuana en un local situado en los bajos de una finca del Eixample, concretamente, según ha podido saber ElCaso.com, en la calle de Floridablanca. Durante la operación, se han intervenido 1.590 plantas de marihuana en diferentes fases de crecimiento y 10,6 kg de cogollos destinados a la venta ilícita.

La investigación se inició a finales de septiembre a raíz de varias quejas vecinales por los fuertes olores a marihuana que provenían del local. La Guardia Urbana trasladó la información a los Mossos, que empezaron las gestiones para confirmar la actividad delictiva de manera conjunta. Finalmente, el pasado 15 de octubre, los investigadores obtuvieron una orden judicial y realizaron la entrada y registro en el local, llevándose una gran sorpresa.

Luz pinchada y riesgo de incendio

Además de las plantas y los cogollos, se desmanteló una compleja instalación de cultivo interior con equipos de iluminación, ventilación y otros aparatos específicos para el crecimiento de la marihuana. Los técnicos de Endesa que participaron en el operativo detectaron un fraude eléctrico de 432.437 kW, el equivalente al consumo de 123 hogares durante un año. Esta conexión ilegal, con elevadas cargas eléctricas, representaba un riesgo de incendio, según fuentes de la investigación.

El local ha sido devuelto a su propietario legítimo y la investigación continúa abierta, sin descartar detenciones si se pueden localizar a las personas que entraban y salían de la plantación, en el centro de Barcelona, durante la investigación. Ya hay personas identificadas, pero será necesario encontrarlas y arrestarlas. La investigación ha corrido a cargo de la Unidad Regional de Investigación de Salud Pública de Barcelona (URISP), una unidad regional creada con agentes de todos los distritos para luchar contra el tráfico de drogas en la ciudad. Hacía tiempo que la policía no localizaba una plantación de esta magnitud en el centro de la ciudad. La sobreexplotación inmobiliaria lo hacía complicado, pero el negocio que ofrece este tipo de narcotráfico hace que los productores de marihuana también intenten montar plantaciones en pleno centro de la capital de Cataluña.