Creerse más listo que nadie, sobre todo si a quien se intenta engañar es a la policía, puede salir más caro de lo que uno se piensa. Eso es lo que le ha pasado a un hombre de 47 años que por querer ganar unos 3.000 euros estafando a su aseguradora ha acabado sin dinero y detenido por los Mossos d'Esquadra. El individuo se presentó en comisaría el pasado 2 de abril para denunciar que, según su versión, alguien había forzado su coche cuando lo tenía estacionado en la calle Sant Sebastià de Vilosell, en Les Garrigues (Lleida), y había provocado daños al vehículo.
Se lo había inventado todo para estafar a la aseguradora
Los investigadores de la policía catalana, como suele ser habitual en este tipo de casos, inspeccionaron el vehículo para intentar tomar muestras del supuesto robo y confirmar el relato de la víctima, pero rápidamente vieron que la versión del denunciante no coincidía con las evidencias encontradas en el vehículo. De hecho, según descubrieron los agentes, no había ningún síntoma de forzamiento en el coche. Los investigadores llegaron a la conclusión de que en realidad no se había producido ningún robo, sino que la intención del hombre era denunciar falsamente un robo, a fin de que la aseguradora le cubriera unos gastos por daños que ascendían además de 3.000 euros.
Ante las evidencias que se trataba de una denuncia falsa, los agentes detuvieron al individuo, de quien no se ha facilitado nacionalidad ni antecedentes, como presunto autor de un delito de simulación de delito y por una tentativa de estafa. Después de declarar en la comisaría de Mollerussa, sin embargo, fue dejado en libertad con la obligatoriedad de presentarse ante el juez cuando este se lo pida. Desde los Mossos d'Esquadra recuerdan que los agentes comprueban siempre todos los hechos que se denuncian y que, en caso de detectarse que se trata de una denuncia falsa, se considera un delito y los denunciantes son detenidos y llevados ante el juez.