Simba murió ahorcado el mes de octubre de 2020 en un cortijo semiabandonado del término municipal de Jódar, en Jaén. El perro, un labrador retriever de color negro, apareció sin vida y a varios metros del suelo, con una cuerda atada a una viga que lo sujetaba del cuello y que lo mantenía como si estuviera a dos patas. No parecía un accidente, sino un crimen perpetrado por un ser humano hacia un animal doméstico. Y así se ha comprobado, después de que su dueño asegurara que había muerto de manera accidental. El hombre ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 2 de Jaén a nueve meses de prisión y tres años de inhabilitación especial para la tenencia de animales y para el ejercicio de profesión, oficio o comercio con ellos.

El hombre llevó al perro hasta allí para matarlo

Los hechos han sido probados y el propietario de Simba fue el que lo colgó. "Guiado por el ánimo de ocasionarle la muerte, ató una cuerda al cuello del animal y a una viga para colgarlo, suspendiéndolo del cuello, hasta que el perro murió", narra la sentencia del tribunal. Pero aún hay más: con el objetivo de ocultar el delito, el hombre dio de baja del registro al animal el 26 de octubre de 2020 y aseguró que había perdido la vida de forma accidental.

Sin embargo, en un principio la causa fue archivada por el Juzgado de Instrucción número 3 de Úbeda al considerar que no había suficientes pruebas. Pero la Asociación Protectora de Animales Galgos del Sur, que ha ejercido la acusación popular en el juicio, presentó un recurso de apelación aportando "múltiples pruebas, indicios y contradicciones en las que incurría el propietario del perro en los interrogatorios realizados en sede judicial". De esta forma consiguió que la Audiencia Provincial de Jaén reabriera la causa en julio de 2021. Entre las contradicciones por las cuales fue pillado, la más evidente era que primero dijo que había muerto por accidente y después aseguró que el animal se había perdido, aunque él en ningún momento realizó gestión alguna para intentar localizarlo.

Simba cuando fue hallado, en una imagen de 2020 / GALGOS DEL SUR - EUROPA PRESS

Las contradicciones del dueño del perro

"El acusado arguyó primero que el perro había sufrido un accidente y que lo había buscado durante cuatro o cinco días, que después pasaron a ser veinte", ha explicado Dolç Aguilera, abogada de la asociación, en declaraciones a El País. El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil se hizo cargo del caso, al tratarse de maltrato animal, y abrió una investigación después de ser alertados por las protectoras Galgos del Sur y Magina Animal. Los agentes enseñaron las fotos del perro colgado al individuo y lo identificó al instante, cosa que les hizo sospechar. La organización que se presentó como acusación particular ha aseverado que "seguiremos realizando con seriedad y rigor nuestro trabajo en beneficio de los animales tanto ante los tribunales como ante el resto de administraciones. Por Simba y tantos como él que perdieron la vida de manera injusta y cruel".