Sergio es un peligroso narcotraficante a quien dieron por muerte a Marbella (Málaga). Fingió que había muerto por culpa de la covid para evitar que lo juzgaran por traficar droga. Hay siete personas investigadas que, según la investigación policial, han participado directamente en los hechos. El hombre ha sido detenido en el extranjero y han salido a la luz todos los detalles de su surrealista huida.
Sergio Roberto de Carvalho, natural del Brasil, es un expolicía y militar y, hasta hace pocas semanas, era uno de los narcotraficantes más buscados por la Europol, ya que había conseguido traficar con casi 50 toneladas de cocaína. Le pedían 13 años de prisión.
Escondido en Benahavís con una identidad falsa: Paul Wouter
Así pues, en el 2017, decidió cambiar su identidad y se mudó a Benahavís, un pequeño municipio de poco más de 7.000 habitantes cerca de Marbella, una de las ubicaciones preferidas de los fugitivos. En la Costa del Sol utilizaba una identidad falsa: Paul Wouter. Se inventó que era de Holanda y que era un importante empresario. Gracias a esta mentira se pudo comprar una mansión de dos millones de euros.
Sergio Roberto de Carvalho evitó la prisión pagando una fianza de 200.000 euros
El año siguiente lo pillaron intentando entrar droga en Galicia, concretamente 1,7 toneladas de cocaína. Por este mismo motivo, lo detuvieron y se decretó su entrada en la cárcel de manera provisional y bajo fianza de 200.000 euros. Así pues, pagó la fianza y quedó en libertad con cargos hasta que se celebrara el juicio.
Sergio Roberto de Carvalho aprovechó para hacer un plan casi perfecto para evitar entrar en la cárcel: fingió que había muerto por culpa del covid. La Policía investiga siete personas que, presuntamente, lo ayudaron a morir en falso: un médico que firmó el certificado de defunción, un amigo suyo que hizo de testigo, dos trabajadores de la funeraria y otros tres del crematorio.
Lo detuvieron en Budapest, donde utilizaba otra identidad falsa
Cuando su abogado notificó la muerte de su cliente en pleno proceso judicial, a los investigadores les pareció muy extraño y sospechoso, pero lo dieron por válido. No obstante, enseguida empezaron a ver que había muchos datos que no cuadraban y que era muy probable que hubiera huido de la justicia. Finalmente, estas sospechas resultaron ser ciertas: lo detuvieron en Budapest, donde utilizaba otra identidad falsa.
Siete investigados por un delito de fraude funerario
Este expolicía militar, en su país de origen, también está acusado de otros delitos. Concretamente de asesinato, narcotráfico, blanqueo de capital y falsificación de documentos. Así pues, se ha reabierto el caso de este peligroso narco y la prioridad máxima es saber qué personas lo han ayudado a fingir su muerte, ya que se podrían enfrentar a un delito de fraude funerario de uno de los fugitivos más buscado por la Europol.