Sergi Arola, el chef catalán que cuenta con dos estrellas Michelin, rehace su vida en Chile como jurado del programa de cocina amateur El Discípulo del Chef. Tras años de varapalos económicos y encontronazos con Hacienda, parece que el cocinero se recupera.
Sergi Arola, arruinado y perseguido por Hacienda
El prestigio de Arola, galardonado con dos estrellas Michelin, se desmoronaba en junio de 2013, cuando, tras la crisis de 2008, el ministerio de Hacienda precintó la bodega de su restaurante, Gastro, en Madrid. Lo hicieron en medio de un servicio de mediodía, con el local lleno de clientes, dejando al chef devastado.
Poco después se desveló el motivo del cerrojazo: Sergi Arola no había pagado una serie de deudas, que ascendían a casi 200.000 euros, a los organismos públicos.
El chef, uno de los más mediáticos del país, reaccionó sentenciando que la decisión era "arbitraria". "Así me pagan los años que he estado representado y dando prestigio a España", decía.
Más de siete millones de euros de deuda
A Hacienda se sumaron varios bancos y proveedores, con los que acumuló una deuda total de más de siete millones de euros desde 2017, tal y como relataba el medio La Razón, que le entrevistó en plena pandemia.
Finalmente, su restaurante Gastro, ubicado en la madrileña calle Zurbano, cerró definitivamente en 2018, dejándolo arruinado y dinamitando su matrimonio con Sara Fort, madre de sus dos hijas, de quien se había separado, pero con quien mantiene una buena relación actualmente.
Arola parecía haber entrado en un bucle de malas noticias y se instaló de nuevo en Madrid para vivir junto a sus hijas, que estudian en la capital. Desde allí empezó a resurgir de sus cenizas. Y en 2019 el esperado cambio llegó durante un curso de cocina en la escuela chilena Kitchen Club.
El nuevo negocio con el que se está haciendo rico
Una de las alumnas de la clase, Francisca Laree, enfermera en Santiago de Chile, se ganó su corazón y "Ya no nos separamos. No hubo que darle más vueltas: era ella, mi alma gemela", declaraba al mismo medio.
Fue en septiembre de 2019, cuando el coronavirus aún no ocupaba ningún espacio en nuestras mentes. Pero la pandemia explotó en marzo en el país latinoamericano, justo cuando Sergi Arola había viajado a Europa por motivos laborales y para visitar su restaurante en Portugal.
Jurado de El Discípulo del Chef
El cierre de fronteras los pilló por sorpresa y en continentes diferentes, por lo que quedaron separados durante los meses de confinamiento. Pero nunca perdieron el contacto y se acabaron casando el pasado enero en Quilimarí, Chile.
A raíz de su nuevo matrimonio, Arola decidió quedarse en Chile, donde se ha convertido en jurado del prestigioso programa de cocina amateur El Discípulo del Chef, producido por Chilevisión.
El reality show acumula más de un millón de espectadores y cuenta con una cuota de pantalla del 10,3%. Y es de ahí desde donde el cocinero catalán sigue creciendo y saliendo de las deudas y polémicas que lo han hundido en los últimos años.