La Policía Nacional ha conseguido liberar a una mujer que estaba secuestrada en una vivienda de València por su compañera de piso bajo las órdenes de la propietaria del inmueble. La víctima, a consecuencia de las humillaciones y vejaciones que había sufrido mientras vivía allí, había decidido abandonar el domicilio e irse a vivir en otro lugar. El viernes por la mañana fue a recoger sus cosas para abandonarlo, pero se encontró con que ya no la dejaron salir.
Subiendo con escalera hasta el balcón para liberarla
Eran hacia las diez y cuarto de la mañana cuando el 091 recibió el aviso que había a una persona retenida contra su voluntad en una vivienda en el distrito valenciano de Trànsits. Agentes de la Policía Nacional se desplazaron hasta el inmueble y, mientras estaban recopilando información sobre que pasaba, una mujer salió al balcón a pedir ayuda y les tiró las llaves para que la pudieran rescatar. Los policías subieron hasta el domicilio y empezaron a llamar a la puerta de manera reiterada, pero desde dentro otra inquilina les decía que no abriría la puerta ni dejaría que la chica se marchara hasta que pagara o hasta que llegara la propietaria del piso. Ante eso, los agentes intentaron abrir la puerta con las llaves que les había facilitado la víctima, pero no lo consiguieron.
Finalmente, aunque ya habían pedido la presencia de los bomberos, ante los gritos de desaparición y angustia de la víctima, que se había encerrado en una habitación por miedo a que su compañera de piso no la atacara, fueron hasta un local próximo y pidieron una escalera de mano con la cual pudieron subir al balcón y entrar por allí a la vivienda. Dentro encontraron a la mujer retenida en buen estado, mientras que la otra inquilina estaba en la cocina abriendo un cajón. La mujer opuso resistencia, mientras no paraba de gritar por segunda vez que la chica no se podía marchar del domicilio hasta que llegara la propietaria del piso.
La propietaria del piso, tras el secuestro por no pagarle el alquiler
En el momento en que la víctima ya había sido liberada y se encontraba en la calle, llegó la propietaria del piso, quien explicó a los policías que la mujer no podía abandonar la vivienda ni llevarse sus pertenencias hasta que no le pagara el alquiler de la habitación. Ante eso, tanto la propietaria como la compañera de piso, dos mujeres camerunesas de 54 y 39 años, una de ellas en situación irregular en España, fueron detenidas como presuntas autoras de los delitos de detención ilegal y coacciones. Además, en el caso de la propietaria, también se le imputó un delito de vejaciones por el trato que había tenido hacia la víctima durante todo el tiempo en qué le había estado alquilando la habitación.