La Policía Local de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) ha evitado un crimen machista "posiblemente mortal" en París, gracias a la intervención del Servicio de atención a las Víctimas (SAV). La operación y la investigación, que ha contado con la participación de los Mossos d'Esquadra y la policía francesa, pone de manifiesto la importancia que cualquier persona que sufra violencia machista, o tenga conocimiento de una situación de violencia de género, denuncie los hechos.

Todo empezó hace dos semanas, cuando el SAV recibió la llamada de una vecina del municipio. La chica, muy preocupada y angustiada, quería denunciar la situación de posible maltrato que una familiar suya vivía en Francia, concretamente en la capital, París. La santfeliuenca ponía de manifiesto que su tía sufría un caso de violencia machista "muy fuerte y activo", según ha relatado el agente de la Policía Local encargada de este caso a ElCaso.com. En aquel momento, la agente no se lo pensó y dedicó todos sus esfuerzos a colaborar con la denunciante y encontrar el paradero de la víctima de violencia machista, a pesar de los obstáculos que el caso presentaba, como la distancia, el idioma y la misma familia de la víctima.

Las presiones familiares casi frenan la investigación

Los servicios técnicos del SAV, concretamente la agente encargada del caso, ha estado trabajando durante una semana a tiempo completo, prácticamente "día y noche", con el fin de ganarse la confianza de la denunciante. La agente estuvo en contacto estrecho con ella, reuniéndose en varias ocasiones y entrevistándose a partir de videollamadas. En una de las reuniones, la santfeliuenca mostró a la policía varios vídeos en los cuales estaban grabadas las agresiones que sufría, así como sus gritos de ayuda y las amenazas que sufrían los dos hijos menores de la pareja: este hecho fue clave para determinar la gravedad de la situación. El agente ha explicado a este medio que la denunciante, a pesar de mostrarse muy decidida a denunciar el maltrato que vivía su tía, estuvo a punto de retroceder a causa de las presiones familiares que recibía desde Francia y desde Marruecos; otra tía suya, por ejemplo, la convenció para que no explicara nada y retirara la denuncia. "Tenía miedo y no quería seguir colaborando por las posibles represalias que podía vivir por parte del agresor", explica la agente a este medio, recordando que el hombre tenía a toda la familia amenazada.

El riesgo de muerte era "muy alto"

Aunque la investigación ha sufrido varios tropiezos, el SAV de Sant Feliu de Llobregat consiguió la confianza y la colaboración de la denunciante, que finalmente decidió continuar con la denuncia. La agente explica que, después de ver los vídeos y tener conocimientos de las lesiones de gran gravedad que había sufrido y sufría la víctima, consideró que el "riesgo de muerte era muy real", tanto de la víctima como de sus hijos.

La agente trasladó el caso a los Mossos d'Esquadra a fin de que lo pusieran en conocimiento a la policía gala. Después de las investigaciones por parte de estos cuerpos policiales, con el testimonio de la sobrina denunciante incluido, la semana pasada se procedió al arresto del agresor, quien fue encarcelado directamente. "Que la primera medida contra el agresor fuera condenarlo a prisión, deja entrever la gravedad de los maltratos que sufría la víctima; era una situación de violencia machista que hacía años que duraba", relata el agente. "La víctima no quería ni podía denunciar, y la policía tampoco podía acceder a ella. De hecho, nunca habría denunciado". La policía, con este caso, quiere concienciar a la población de que denunciar las situaciones de violencia machista es necesario para poder ponerles fin. "Afortunadamente, dentro de la gravedad, este caso se ha resuelto de manera favorable. Por eso es tan importante denunciar", afirma el agente. Este caso de violencia de género ha recorrido más de 1.000 kilómetros, que han acabado con el agresor en la prisión, y la víctima y sus hijos, protegidos por los servicios franceses.

El SAV de Sant Feliu ha atendido en un año más de 60 casos

El Servicio de atención a las Víctimas es una línea telefónica confidencial a través de la cual se atiende a las víctimas de violencia de género, o a personas que tienen conocimiento de situaciones de violencia machista. Se implantó en la localidad barcelonesa un año atrás y, desde entonces, se han atendido casi 70 casos.