La Guardia Urbana de Barcelona ha sancionado a cuatro agentes de la comisaría de Ciutat Vella por una falta grave por incumplimiento por negligencia, por supuestamente haber hecho desaparecer material confiscado a unos vendedores de top manta, la venta ilegal de objetos en la vía pública. Los hechos ocurrieron en agosto de 2023 y este lunes el Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado que los cuatro agentes han sido expedientados y sancionados con cuatro meses de suspensión de sueldo y empleo. La Unidad de Deontología y Asuntos Internos (UDAI) de la policía de Barcelona señala, según consta en el informe elevado a la jefatura de la Guardia Urbana de Barcelona, que se detecta una mala praxis por parte de los agentes, dos agentes y dos cabos, en una intervención de material de venta ambulante, del cual no se vigiló ni mantuvo la cadena de custodia del material intervenido. Las piezas incautadas -material falsificado- desaparecieron, y aunque no se ha podido probar que se las quedaran, sí se ha confirmado que se perdieron.

Cambiados de destino y ahora sancionados

Los agentes expedientados, que ya fueron apartados de la comisaría de Ciutat Vella -la zona cero, donde hay más intervenciones con vendedores de top manta-, ahora deberán cumplir estos cuatro meses de sanción impuestos por la Unidad de Deontología y Asuntos Internos (UDAI). Uno de los agentes, según ha podido saber ElCaso.com, es un policía recién incorporado al cuerpo policial, que ahora tendrá toda su carrera marcada por esta sanción en su currículum.

Cuando tuvieron conocimiento de los hechos, y tras redactar un primer informe, la misma UDAI presentó el caso a la Fiscalía de Barcelona, por si consideraba que se podía derivar algún delito de la supuesta pérdida de material confiscado. Sin embargo, la fiscalía no vio indicios de delito y solicitó archivar el caso por la supuesta sustracción, que siguió por la vía administrativa y reglamentaria de manera interna, hasta que ahora la Unidad de Asuntos Internos de la policía de Barcelona ha cerrado la investigación, sancionando a los cuatro agentes con cuatro meses sin sueldo ni empleo. La UDAI apunta a un "incumplimiento por negligencia grave de los deberes derivados de la misma función", aunque tampoco puede demostrar que se quedaran el material que intervinieron a los vendedores ambulantes.

Los manteros piden más sanción

El autodenominado "sindicato" de vendedores ambulantes de la ciudad de Barcelona ha reaccionado a esta sanción impuesta por la Guardia Urbana a cuatro de sus agentes, y en declaraciones a Catalunya Ràdio han asegurado que no es la primera vez que ocurre y que la sanción aplicada a los agentes no es suficiente. Desde la Guardia Urbana, sin embargo, niegan que haya más casos como este, al menos, que hayan terminado en sanción.

Desde la expulsión de Ada Colau del Ayuntamiento de Barcelona y la llegada a la alcaldía de Jaume Collboni, del PSC, con el concejal de seguridad Albert Batlle al frente -ya sin la subordinación aritmética, al menos de manera orgánica, a los Comunes- la Guardia Urbana ha vuelto a desplegar operativos contra la venta ambulante en el centro de la ciudad de Barcelona, un hecho que ha vuelto a poner en pie de guerra a los grupos de jóvenes subsaharianos que controlan la venta de productos falsificados en la Rambla, en plaza Catalunya y en la zona marítima. El denominado plan Endreça tiene como objetivo realizar acciones para combatir esta venta ilegal en el centro de la ciudad.