Agentes de los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 26 años como autor de varios delitos contra la seguridad vial, además de otro de atentado contra los agentes de la autoridad. Los hechos tuvieron lugar este jueves cuando, hacia la una de la madrugada, agentes de tráfico tenían montado un control preventivo de drogas y alcohol en la carretera C-244, a su paso por el término municipal de la Pobla de Claramunt, en Anoia. Los policías hicieron señales al conductor de uno de los vehículos para que se detuviera en el arcén de la vía. Este, sin embargo, decidió hacer caso omiso a las indicaciones y emprendió su huida.
El conductor dio un volantazo, atravesó la línea continua, saltó la línea de conos para colocarse en sentido contrario a la circulación y aceleró para escaparse. En su camino, estuvo a punto de atropellar a un agente de los Mossos, que tuvo que hacer un salto en el último momento para no resultar herido. Rápidamente, una patrulla empezó a perseguir al fugitivo, que circulaba de manera temeraria y cometiendo varias infracciones de tráfico. A pesar de los intentos de los policías y las constantes peticiones para que se detuviera, el conductor no hacía caso. Finalmente, se acabó metiendo en un camino de tierra sin salida, donde quedó acorralado.
Escondido en un bosque para evitar ser detenido
El fugitivo, sin embargo, no se dio por vencido e intentó seguir con su escapada a pie. Se adentró en el bosque y se escondió para evitar que lo detuvieran. No obstante, después de buscarlo por la zona, los agentes lo encontraron detrás de unos matorrales. Al hacerle la prueba de alcoholemia, dio un resultado positivo de 0,81 mg por litro de aire expirado. Además, cuando se comprobó su documentación, descubrieron que había perdido la totalidad de los puntos del carnet de conducir. Por este motivo, quedó detenido por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por conducción temeraria, conducir sin permiso y por un delito de atentado contra agentes de la autoridad.