El 14 de diciembre en Falset, en el Priorat (Tarragona), un aviso al 112 puso en alerta los Mossos d'Esquadra y precipitó la explotación de una investigación que hacía meses que estaban llevando a cabo el grupo de Patrimoni de l'Àrea d'Investigació Criminal de Ponent, en Lleida. Era la alerta de un robo, que estaba en marcha, en una casa de una urbanización de Falset, y fue hasta allí donde se desplazaron agentes de los Mossos d'Esquadra, que pudieron detener a uno de los dos hombres que estaban en el interior de la casa. El otro pudo escapar. Y los dos cómplices, que los esperaban en el exterior, también. Cuando los Mossos supieron quién era el detenido vieron que formaba parte de un grupo criminal de nacionalidad albanesa que se dedicaba a hacer robos en casas de la zona de Lleida y también del Camp de Tarragona y que los Mossos d'Esquadra tenían previsto detener.

Con uno de los ladrones ya detenido en Falset, los investigadores de los Mossos activaron, contrarreloj, un dispositivo policial. Hacía tiempo que los estaban siguiendo y sabían perfectamente donde tenían que ir y los esperaron, con colaboración con el ARRO de Lleida, y detuvieron a los tres otros. La explotación de esta investigación se precipitó, pero los Mossos ya los tenían enfilados desde hacía tiempo, y acababan de perfilar la investigación para poder vincularlos a los robos. La noche del 14 de diciembre, según ha podido saber ElCaso.com, tenían que ser detenidos, pero la alarma de Falset lo precipitó todo. Sin embargo, en torno a las 10 de la noche, en un control organizado para interceptarlos, se paró el vehículo que utilizaban los ladrones albaneses para moverse y fueron identificados y detenidos. El hombre que había huido de la casa de la capital del Priorat y también los dos cómplices. Cuatro hombres, los cuatro de nacionalidad albanesa, sin antecedentes, y de entre 28 y 36 años. Los Mossos les imputan siete robos con fuerza en interior de domicilio, un robo con violencia y pertenencia a grupo criminal.

La alarma de Falset ayudó a caer a la batería de ladrones

Si bien siempre entraban en las casas que querían robar evitando encontrar gente en el interior, uno de ellos, el asalto que hizo iniciar la investigación, fue con violencia. En Agramunt, el mes de octubre, mientras estaban robando en una casa -siempre escogían casas de este tipo, donde pudieran escalar y entrar por la ventana, en urbanizaciones- al propietario los pilló y, mientras huían, lo agredieron y le dieron un puñetazo. De aquel caso de Agramunt, los Mossos fueron estirando el hilo y pudieron relacionar a los ladrones, a una batería que todavía no era conocida en nuestra casa, con siete robos más. Antes del de Agramunt también había habido asaltos, a final de agosto, en Benavent del Segrià. Durante el mes de octubre entraron en la comarca de la Segarra, con los dos asaltos de Agramunt, y también este diciembre volvieron a actuar con robos en Tàrrega (Urgell), Solivella y Montblanc (Conca de Barberà), Cervià de les Garrigues (Garrigues) y el último, en Falset, donde cayeron.

Las investigaciones de los Mossos han podido demostrar cómo estaban organizados, y que funcionaban como una organización criminal con el objetivo de hacer asaltos en casas y chalets de la zona de Lleida y del Camp de Tarragona, para tomar dinero y también joyas. Siempre utilizaban el mismo modus operandi. Accedían a las casas saltando las vallas o márgenes de los jardines y, desde las bandas menos expuestas de los edificios, forzaban ventanas o puertas de balcones con herramientas sencillas como un destornillador o golpeando con un objeto contundente. Una vez en el interior se dirigían a las habitaciones y se llevaban joyas y dinero. Los ladrones, con gran movilidad, se desplazaban en un vehículo por las diferentes poblaciones. Al llegar al destino dos de ellos asaltaban las casas mientras los otros dos los esperaban cerca del lugar para facilitar la huida.

Antes de organizar la detención, que estaba prevista para el 14 por la noche, los Mossos pudieron identificar a los ladrones en grabaciones y también en reconocimientos y seguimientos. Todos los indicios estaban lo bastante claros y se habían hecho todas las gestiones, pero el asalto en Falset se complicó, y precipitaron la detención de uno de ellos, todo y que la rápida actuación policial, en colaboración entre los investigadores y el ARRO, permitieron detener a los otros tres ladrones.

Los cuatro ladrones, en libertad

Aunque los Mossos los relacionan de manera clara con ocho robos, uno de ellos con violencia, después de pasar a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Lleida los cuatro quedaron en libertad con cargos, a la espera de ser citados de nuevo para seguir las diligencias. Les han retirado el pasaporte y, por lo tanto, por orden judicial no pueden salir de España.

De momento, pues, vuelven a estar en la calle, a la espera de que vuelvan a cometer este tipo de robos, que se ha convertido, los últimos meses, en su modus vivendi. Ninguno de los cuatro tiene ningún trabajo ni beneficio más allá de los robos. Uno de ellos sí que tiene relación con el tráfico de marihuana, cómo mucho de los hombres de nacionalidad albanesa que están, la mayoría en situación irregular, viven instalados en Catalunya.