Hay historias difíciles de creer, como un ladrón intente robar un móvil que, en realidad, ya había sido robado. Eso es lo que el pasado 26 de febrero pasó en la ciudad de Barcelona. Pasaba un cuarto de hora de la medianoche cuando los Mossos d'Esquadra recibieron un aviso que alertaba que se estaba produciendo una pelea entre dos personas en el barrio de Horta de la capital catalana. Efectivos policiales se desplazaron hasta la calle indicada y encontraron a los dos individuos enfrentándose entre ellos. Los agentes separaron a los dos hombres y los interrogaron para aclarar que estaba pasando y cuál era el motivo por el cual se estaban peleando.
Uno de los dos implicados explicó a los policías que el otro hombre le había intentado robar el móvil. Según el relato de la víctima, tal como han explicado fuentes policiales a ElCaso.com, aquella misma tarde había comprado el móvil en la calle a un precio mucho más barato de su valor de mercado y, al cabo de unas horas, se lo habían intentado robar. Ante esta situación, una vez verificado que el intento de robo era real, se detuvo al ladrón, un hombre de 45 años, de quien los Mossos no han facilitado nacionalidad ni antecedentes, como presunto autor de un robo con violencia.
El móvil ya era robado
No obstante, el hecho de que la víctima hubiera comprado el móvil en la calle y muy barato hizo levantar las sospechas de los agentes, que hicieron las gestiones oportunas para descubrir de donde había salido el teléfono y si había sido robado previamente. Finalmente, los agentes pudieron confirmar que constaba como sustraído, motivo por el cual también detuvieron a la víctima, un hombre de 35 años de quien tampoco han facilitado la nacionalidad ni si tenía antecedentes, como presunto autor de un delito de receptación. Desde la policía catalana recuerdan que comprar un objeto sabiendo que su origen es ilícito también comporta un delito por el cual se puede acabar detenido.