No ir con precaución y tener controlado todo lo que se roba puede acabar siendo la perdición de los ladrones, ya que podrían estar dejando un rastro que los acabe delatando. Eso es lo que ha pasado en Barcelona, donde la Guardia Urbana ha detenido a un hombre gracias a la geolocalización de uno de los dispositivos electrónicos que había robado, que en todo momento les iba dando su ubicación. Los hechos tuvieron lugar este miércoles, cuando el ladrón aprovechó un descuido para hurtar una mochila a la estación del Nord de la capital catalana.
El GPS lo ubicó en el barrio de Navas
La víctima, al darse cuenta del robo, alertó rápidamente a los cuerpos de seguridad y, gracias a la geolocalización de uno de los dispositivos que había dentro de la mochila, pudieron saber que el aparato se estaba moviendo por una calle del barrio de Navas. Así pues, se activó una patrulla de la Guardia Urbana del Distrito de Sant Andreu, que pudo localizar a un individuo con una mochila en el mismo punto donde indicaba la geolocalización y que, al verlos, intentó hacer una maniobra evasiva y escaparse. Sus intentos, sin embargo, no tuvieron efecto y lo pararon, identificaron y registraron.
Al inspeccionar la mochila que llevaba, se encontraron la documentación de la víctima y sus objetos personales, entre los cuales se encontraba el aparato electrónico que indicaba la posición del ladrón y con el cual lo habían podido estar siguiendo. Una vez confirmado que él había sido el ladrón, el hombre, mayor de edad de quien no se ha facilitado nacionalidad ni antecedentes de quien, quedó detenido y fue trasladado a las dependencias policiales. Por su parte, la mochila, que contenía objetos por un valor económico de 3.800 euros, fue devuelta a su legítimo propietario.