Agentes de la Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera han detenido a dos personas en Sant Pol de Mar (Maresme) acusadas de los delitos de pertenencia a grupo criminal, contrabando, tráfico de drogas e intrusismo profesional. Los arrestados han sido pillados mientras realizaban un ritual neochamanista con otras 23 personas, a las cuales se disponían a suministrar sustancias psicoactivas como la ayahuasca y la mescalina, propias de las sectas New Age.
Investigados por contrabando de sustancias tóxicas
Los agentes abrieron una investigación después de tener conocimiento de la existencia de un grupo organizado que se dedicaba al contrabando de sustancias tóxicas que después suministraban en encuentros entre varias personas a un precio muy bajo. El objetivo de los delincuentes era volver más vulnerables a los participantes de estos rituales para poder coaccionarlos más fácilmente para que entraran en una secta tipo New Age. Las víctimas solían ser personas extranjeras que habían llegado a Cataluña en situación irregular y a quienes proporcionaban trabajo dentro de la secta, pero sin contrato legal y tampoco las daban de alta en la Seguridad Social.
Después de una intensa investigación, la Policía Nacional localizó a los delincuentes en una casa de Sant Pol de Mar, y procedieron con la entrada y registro de la misma. Al acceder al interior de la vivienda encontraron a los dos detenidos acompañados de 23 personas que estaban participando en un ritual neochamanista durante el cual tenían que tomar ayahuasca, mescalina y otras sustancias obtenidas de ranas venenosas.
Se promocionaban en las redes
Según pudieron averiguar los investigadores, el grupo se promocionaba a través de las redes sociales y de grupos de WhatsApp a través de los cuales ofrecían varias sustancias psicoactivas. En el registro efectuado durante la operación, se requisaron 4.000 euros y 2.000 dólares americanos en efectivo, además de ayahuasca, sapo bufo y rana kambo, así como mescalina y varios instrumentos para poder consumir estas sustancias. Por otra parte, la policía interceptó un envío que contenía un kilo de mescalina fiscalizado internacionalmente.