Los Mossos d'Esquadra han detenido a tres personas en Valls, en el Alt Camp, después de que entraran a robar en un bar del municipio destrozando la puerta. Los agentes localizaron primero a uno de los ladrones porque iba lleno de sangre y tenía varios cortes que, tal como sospecharon los policías al verlo, se habría hecho al destrozar la puerta de cristal del local y entrar. Los detenidos, tres hombres de 25, 26 y 28 años, con antecedentes previos, están acusados de un delito de robo con fuerza. Los Mossos d'Esquadra no han revelado la nacionalidad de los detenidos.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 23 de octubre, sobre las cuatro y media de la madrugada, en un bar de la calle Avenir. Los Mossos recibieron un aviso conforme se estaba produciendo un robo en el local, y se dirigieron rápidamente hacia allí. Cuando llegaron, se encontraron con la puerta forzada, los cristales rotos y la caja vacía, pero ya no había nadie dentro del recinto. Los agentes buscaron por la zona a ver si encontraban a alguien sospechoso, ya que, a la hora que era, no había demasiada gente en la calle. No tardaron mucho en encontrar a un hombre que les llamó la atención en la plaza Torratxa, porque el individuo iba, según adelanta El Vallenc, manchado de sangre. Cuando los policías se le acercaron, vieron que tenía varios cortes, de donde había salido la sangre que le manchaba la ropa, y consideraron que las heridas podían haber sido causadas por los cristales rotos de la puerta y, por lo tanto, tendría relación con el robo. Poco después encontraron a dos hombres más en el parque de Mas Miquel.
Detenidos y a juicio
Efectivamente, cuando los registraron pudieron comprobar que eran los ladrones, ya que les encontraron encima dinero en efectivo, herramientas que podían haber sido usadas para el robo y objetos diversos. Los detenidos, con antecedentes previos, pasaron ayer a disposición judicial para ser juzgados por un delito de robo con fuerza y, si el juez lo consideraba oportuno, enviarlos a prisión para que reflexionen sobre sus acciones, pero, desafortunadamente, los ladrones de nuestra casa acostumbran a quedar libres para continuar robando.