Nueva alerta sanitaria sobre alérgenos. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha denunciado la presencia de sulfitos no declarados en los envases de unas setas procedentes de Dinamarca.
Alerta sanitaria por unas setas
Se trata en concreto de las llamadas setas shiitake, una especie japonesa utilizada en la gastronomía asiática y que ahora se incorpora en muchos platos mediterráneos y de vanguardia.
Pese a que la advertencia está solo dirigida a las personas alérgicas a estas sustancias, es de gran gravedad que no se declaren este tipo de componentes en los envases.
Etiqueta de las setas shiitake afectadas / Aesan
En este caso, según informa Aesan, apunta a las Setas Shiitake de la marca Arche Naturküche.
Comercializadas en una bolsa transparente con una etiqueta, el lote afectado se puede localizar con el código de barras 402094313237 y la fecha de consumo preferente el día 30 de noviembre de 2022.
Además, especifica la agencia, los envases contienen 40 gramos del producto y se recomienda que se almacenen a temperatura ambiente.
Retiradas del mercado y petición para que no se consuman
Las alarmas se han disparado tras detectar la distribución de los envases afectados en varios países, incluido España, donde se han localizado en las Canarias.
Esta alerta ha sido trasladada a las autoridades competentes de las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), con el objetivo de que se verifique la retirada de los productos afectados de los puntos de venta.
Para completar el informe, se recomienda como medida de precaución que las personas alérgicas a los sulfitos que tengan el producto en su casa o que se dispongan a comprarlo, que no lo hagan y que no lo consuman por las consecuencias que pueden tener en su salud. Hacen hincapié, a su vez, en que "el consumo de este producto no comporta ningún riesgo para el resto de la población".
Presencia de sulfitos no declarados peligrosos para las personas alérgicas
Los sulfitos son unos componentes derivados del azufre que se utilizan normalmente en la industria alimentaria para cumplir diferentes funciones, como prevenir la oxidación de aceites y grasas o evitar el crecimiento de bacterias, levaduras y mohos.
Se trata de unos aditivos seguros que ayudan a mejorar la conservación de algunos productos. Sin embargo, si la concentración es superior a 10 miligramos por kilo o 10 miligramos por litro, como es el caso, es obligatorio declarar su presencia en el envase.
Al igual que otros alérgenos, como el gluten o la lactosa, es necesario que se avise en el etiquetado de su presencia para prevenir reacciones alérgicas en algunos grupos de personas.