Desde enero de 2022 que los Mossos de la División de Investigación Criminal (DIC) de Lleida, con el máximo secreto posible, investigaban el asesinato, de un tiro por parte de un francotirador, de Joan Coromina Estany, un hombre de unos 60 años, vecino de Oliana (Lleida), que ahora vivía en Cervera (Lleida), que había hecho dinero en Andorra y que ahora residía de nuevo en la zona de Ponent y que había tenido negocios con contrabandistas. Este último detalle de su vida parece que fue el que lo acabó matando, según todo parece indicar, por encargo de un amigo suyo y de compañeros de negocios. La investigación, que ha llevado el juzgado de Solsona, se ha explotado este martes, 2 de septiembre, con varios detenidos por todo el país por parte de los Mossos d'Esquadra, que han liderado la investigación, y también en colaboración con la Guardia Civil de Lleida, que ha arrestado a un ex mando del cuerpo, que también, supuestamente, está relacionado con el crimen de la Baronia de Rialb del 2022.

Entre los detenidos, ahora se tendrá que ver si está el autor material de los hechos o solo los que lo idearon. También, cuando se levante el secreto de sumario, habrá que ver qué motivó la ejecución de este hombre, de un tiro disparado a lo lejos, mientras estaba en medio del bosque, en esta zona de la Noguera. Según ha publicado El Mundo, entre los tres arrestados hay R.A.C., tío político y persona muy próxima a los pilotos Álex y Marc Márquez, de Cervera, el pueblo donde residía ahora el hombre asesinado. También se ha detenido, según el rotativo de Madrid, el propietario de un taller mecánico de Lleida, además de este mando retirado de la Guardia Civil.

Los negocios oscuros de la víctima, clave para resolver el caso

El crimen de Coromina, que ha sido rodeado de gran secretismo durante años, si bien hace meses que los investigadores de la DIC ya tenían enfilados los supuestos autores, esperando el momento ideal para poder detenerlos, generó mucha tensión en la zona. Un hombre conocido, con negocios en la zona, había estado abatido de un tiro acertado, que hizo blanco desde más de 100 metros. No fue un hecho fortuito ni un cazador despistado. El objetivo era él y el proyectil lo atravesó, matándolo al acto. Alguien con idea de lo que hacía había recibido el encargo de acabar con él. Los restos del disparo que lo mató fueron claves para ir deshaciendo el rompecabezas del caso hasta hoy. También el hilo de los negocios, no muy lícitos, de la víctima —lo acusaban de ser contrabandista, bien conectado a Andorra- y sus relaciones personales, incluso con uno de los arrestados, fueron construyendo el relato de los hechos. Los testimonios y la revisión a fondo del vehículo de Coromina han sido claves para cuadrar la historia de los hechos.