Dos bebés, de 11 y 22 meses, fueron rescatados por la Policía Local de El Vendrell (Baix Penedès) el pasado viernes 3 de marzo. Los bebés vivían con su madre en un piso ocupado del barrio de El Tancat, en condiciones de insalubridad y prácticamente desatendidos, encerrados desde hacía días en el inmueble rodeados de basura. Los agentes tenían a la madre en el punto de mira desde hacía un tiempo, ya que era sospechosa de haber cometido varios robos en establecimientos de la ciudad utilizando un doble fondo del cochecito de los niños.

Cambiaba habitualmente de vivienda

La investigación se inició a raíz de una serie de robos en locales comerciales de El Vendrell que tenían como denominador común una mujer con dos niños. La presunta ladrona sustraía los productos y los escondía en el doble fondo que tenía el cochecito en el que llevaba a sus hijos. Gracias a las descripciones dadas por los trabajadores y los propietarios de los establecimientos, la policía identificó a la mujer. Las perquisiciones se alargaron durante semanas, debido al hecho de que cambiaban mucho lugar donde pasar la noche.

Finalmente, los agentes los pudieron localizar en un piso ocupado que utilizaban habitualmente como escondrijo. La policía entró en varias ocasiones, con la mala suerte de no encontrarlos dentro en aquel momento. Los agentes decidieron hacer una última entrada a finales de la semana pasada, ya que ni ellos ni los responsables de los comercios habían visto a la mujer desde hacía días, y estaban preocupados sobre todo por el estado de los dos bebés.

Vivían rodeados de suciedad

La Policía Local encontró a la mujer con los niños en este edificio, donde prácticamente todos los pisos están ocupados. Los agentes encontraron el espacio lleno de suciedad y de restos de drogas, una situación de insalubridad total que ponía en peligro la vida de los bebés. Después de detener a la madre, los dos niños quedaron a cargo de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA). Los médicos que examinaron a los hermanos tenían sospechas de que habían sufrido maltrato físico, hipótesis que a estas alturas está bajo investigación.

La madre, después de ser detenida, pasó a disposición judicial y, más tarde, quedó en libertad con cargos. Ha perdido la custodia de sus hijos, y la policía la sigue investigando por un presunto delito de maltrato y abandono de menores.