La Gendarmería francesa ha reanudado la búsqueda de Txell Fusté, la manresana que el pasado diciembre desapareció con su pareja, Esteve Carbonell, mientras hacían una ruta en el Pirineo, en Ariejà, en la Catalunya Nord. El cuerpo de Esteve, vecino de Gironella, en el Berguedà, fue localizado el domingo pasado por unos excursionistas muy cerca de la cumbre del Rulhe; las primeras hipótesis de las autoridades francesas apuntan a que el hombre se cayó por un desnivel, separándose de Txell, y que este sería el motivo por el que no encontraron también el cadáver de la mujer. Los dos eran experimentados excursionistas, pero el día de su desaparición los sorprendió una fuerte tormenta de nieve y quedaron atrapados en la montaña.
Después del hallazgo de Esteve, la Gendarmería intentó hacer una búsqueda por la zona con el fin de localizar también a Txell, pero tuvieron que suspender el dispositivo por las condiciones meteorológicas adversas del fin de semana. Finalmente, este miércoles las han podido reanudar y están peinando un radio de aproximadamente un kilómetro del lugar donde encontraron a su compañero; a pesar de la subida de las temperaturas durante los últimos días, todavía hay bastante nieve por la zona, que está situada a una altura de unos 2.783 metros, lo que está dificultando las tareas de los efectivos de rescate. Aun así, no se puede descartar que la manresana esté en otra vertiente de la montaña, según el diario Regió7.
Confían encontrar el cuerpo con el deshielo
Las tormentas de este fin de semana obligaron a suspender la búsqueda, pero desde la Gendarmería confían en que, con la subida de las temperaturas y el consiguiente deshielo, sea posible localizar a Txell. Su familia también estaba pendiente de la mejora de las condiciones meteorológicas para salir con excursionistas profesionales a buscar el cuerpo en caso de no haberse reanudado la búsqueda oficial.