Los datos confirman la dramática sensación. El año 2024 ha sido fatídico en las prisiones de Cataluña. No solo por el brutal asesinato de Núria, la cocinera de Mas d'Enric, que fue apuñalada por un interno de nacionalidad rumana que luego se mató a sí mismo en la cocina de la prisión de Mas d'Enric, sino también por más de medio millar de agresiones físicas que han sufrido los trabajadores de los centros penitenciarios de Cataluña durante los doce meses de 2024. Una cifra que asciende a 871 agresiones si también se incluyen los intentos (316, durante el 2024). Todos estos datos los ha hecho públicos hoy la organización de trabajadores de prisiones Marea Blava en un informe al que ha tenido acceso ElCaso.com. Según este informe, de los 555 funcionarios agredidos en 2024, 46 sufrieron lesiones graves; 112, leves, y 397 no sufrieron lesiones.
Por centros penitenciarios, en el de Brians 1 (Sant Esteve Sesrovires, Baix Llobregat) es donde ha habido más funcionarios agredidos, 180 (la prisión tiene una población penitenciaria de 1.105 personas). Le siguen Quatre Camins (la Roca del Vallès, Vallès Oriental), con 93 funcionarios agredidos (población de 1.110 internos), y Brians 2, con 61 funcionarios agredidos (es el centro con más población, con 1.570). En el Centro Penitenciario de Jóvenes, en la Roca, con una población de 292, por lo tanto, muy baja, ha habido 53 funcionarios agredidos, debido a la peligrosidad de estos jóvenes, que cada vez son más violentos contra los funcionarios. De Jóvenes ha salido uno de los internos más temidos en todas las prisiones de Cataluña, Brahim Benchrif, que ahora ha sido trasladado por diversas prisiones y en todas ha generado incidentes contra funcionarios. Está entre rejas desde 2021 y en 2022 comenzó su currículum de incidentes en las prisiones. Tiene una orden de expulsión que no se ha hecho efectiva. En Mas d'Enric, en Tarragona, 48 funcionarios agredidos, 29 en la prisión de Lleida y 35 en Lledoners, en el Bages.
Más extranjeros que españoles
Según los datos del mismo informe, más del 60% de las agresiones a trabajadores penitenciarios de los últimos tres años son protagonizadas por internos extranjeros. Aproximadamente cada año, los internos agreden con lesión leve, grave o sin lesión a un 17% del total de funcionarios de vigilancia, según este mismo estudio. Marea Blava alerta de que esta violencia es un “mal endémico” en el sistema penitenciario y que la administración, a pesar de las buenas palabras, no invoca un giro en las políticas penitenciarias de Cataluña para poder revertir la situación.
El estudio de Marea Blava también recoge que la población penitenciaria extranjera ha ido aumentando y que desde hace dos años es mayor que la española. En 2002 representaba el 48,8%; en 2023, el 50,3%, y en 2024, el 51,8%. También destaca que sube gradualmente el número de presos que no regresan a la prisión después de un permiso de tercer grado, los conocidos como no reingresos. Llama la atención que en Puig de les Bases, Brians 2 y Jóvenes, en la Roca, el porcentaje es mucho mayor, llegando al 7,1% en la de Girona, con 32 personas que en 2024 no volvieron cuando debían regresar; se desconoce, por la opacidad de la administración, si llegaron a volver o no. En total, durante este año, 242 personas de los diferentes centros penitenciarios del país no han reingresado. Es el año con más no reingresos de los últimos ejercicios, aunque no es el año con más permisos de tercer grado (que permite salidas para dormir fuera o ir a trabajar, entre otras circunstancias).