La mujer que ató a su amiga, que la acogió en su casa en Santa Coloma de Farners (Girona), ha sido condenada a once años de prisión. Tal como avanzó ElCaso.com, una mujer, de 34 años y nacionalidad española, fue detenida el 17 de abril por la tarde en Salt (Girona), por secuestrar y atar durante semanas, en una habitación, a su compañera de piso, de 45 años y nacionalidad española. El cautiverio duró varias semanas hasta que el mismo día del arresto, cuando un vecino oyó los gritos de la víctima, fue rescatada y llevada al hospital, donde le hicieron la atención correspondiente de las heridas y la desnutrición que sufría, dado que la tenía encerrada sin comer ni agua.
Secuestrada, atada y sin comida ni agua en Santa Coloma de Farners
Pero, ¿cuál fue el detonante? Las dos mujeres, según ha recogido el escrito de la Fiscalía, empezaron a convivir juntas a finales de mayo de 2023 en un piso de Santa Coloma de Farners. La víctima vivía en esta vivienda y decidió acoger a la condenada porque eran amigas. Ella estaba embarazada y ya tenía tres hijos. Todo iba bien hasta que con el paso de los meses la relación se deterioró por motivos económicos, principalmente porque la secuestrada, que lo pagaba todo y se hacía cargo de todos los gastos de la casa, pidió a la acusada que también colaborara: "Aunque fuera con pequeñas cantidades de dinero".
No obstante, pese a ser legítimo, no gustó a la supuesta secuestradora tras un año viviendo juntas. Fue entonces cuando la condenada abordó a la víctima cuando estaba en el sofá del comedor, la amenazó con un cuchillo de cocina y le dijo: "O te dejas atar o te lo clavo y acabamos antes". Delante de esto, la mujer estuvo encerrada en una habitación durante semanas y atada de pies y manos. Primero utilizó cordones y después con bridas. Aunque inicialmente la procesada le permitía salir de la habitación, al final la acabó encerrando dentro, con bridas en la puerta y a oscuras.
Ante esta perspectiva, hasta que gritó y un vecino la oyó y llamó a la policía, la víctima tuvo que ingeniárselas "para extraer agua del radiador y ponerla en un cuenco para poder beber", según recoge el escrito de la Fiscalía. Además, durante el secuestro la condenada también le pidió el código PIN de la tarjeta bancaria y la atemorizó con una bolsa de plástico en la cabeza para que se la diera. Finalmente, lo consiguió y sacó 60 euros, también vendió un zapatero y una mesa del piso por unos 400 euros.
Condenada a once años de prisión
Los Mossos d'Esquadra, finalmente, la detuvieron el pasado 17 de abril en Salt y ahora, este miércoles, 16 de julio, ha llegado el caso a juicio a la Sección Cuarta de la Audiencia de Girona. La pena inicial era de 21 años de prisión por los delitos de detención ilegal, amenazas continuadas, trato degradante, robo con intimidación y estafa. Aunque, a las puertas de la vista oral, la Fiscalía y la Defensa han llegado a un acuerdo que ha permitido una rebaja de condena, a casi la mitad, a once años de cárcel.