El Juzgado de Instrucción 5 de Pamplona ha decretado el ingreso en prisión preventiva sin fianza de un hombre marroquí de 27 años que este miércoles mató a una chica española de 20 años, hija del propietario del local transformado en vivienda donde tenía alquilada una habitación. Los hechos se produjeron hacia la una y cuarto de la madrugada en un espacio de la calle Carmen Baroja Nessi, en el barrio de Rochapea, donde el presunto agresor habría clavado una veintena de cuchilladas a la víctima, que también vivía allí. Al recibir el aviso de los hechos, agentes de la Policía Municipal de Pamplona se presentaron en el local y fueron recibidos por el mismo agresor, que les explicó que no pasaba nada.
Ante las sospechas que el individuo les intentaba engañar, sin embargo, pudieron hablar con otra persona que vivía en este local, que les explicó la agresión. Así pues, los efectivos policiales accedieron al interior del espacio y encontraron el cuerpo de la víctima con heridas profundas y sangrantes en varias partes del cuerpo. Presentaba unas 20 cuchilladas en la zona del pecho, además de lesiones en los brazos provocadas en sus intentos de defenderse del ataque. Fue trasladada de urgencia en el Hospital Universitario de Navarra, donde acabó muriendo sin que se pudiera hacer nada para salvar su vida.
Un hombre conflictivo y con problemas con todo el mundo
El autor del crimen, que acumula más de una decena de antecedentes y está a la espera de un juicio por agresión sexual, según apunta Diario de Navarra, fue detenido y trasladado a comisaría, mientras se abrió una investigación con el fin de aclarar las circunstancias del brutal crimen. El agresor ya había protagonizado varios conflictos con la víctima, con su padre y con los otros inquilinos del local, que no cuenta con la cédula de habilidad correspondiente. El propietario del espacio, y padre de la víctima, a quien hacía tiempo que había dejado de pagar el alquiler, lo había denunciado y había intentado pedir una orden de alejamiento con respecto a su familia, a la que había amenazado de muerte, pero no se la dieron.
Finalmente, el juez ha decretado su ingreso en prisión después de escuchar las versiones de los testigos, algunos de los cuales han declarado que sintieron como el acusado entraba en el local, seguido de golpes y gritos de la víctima. Uno de los testigos, incluso, ha apuntado que llegó a verlo salir de la habitación donde se encontró la víctima con el cuchillo en la mano. También ha tenido peso la gravedad de los hechos que se le imputan, con un delito de homicidio castigado con penas de entre 5 y 10 años, y el hecho de que se encuentra en situación irregular en España y su riesgo de huida es muy elevado.