El Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de Pamplona ha decretado el ingreso en prisión de un hombre de nacionalidad española que el pasado 6 de julio provocó un incendio en el piso de su expareja en la capital navarra. La investigación policial, que están llevando a cabo agentes de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) y de la Brigada Científica de la Policía Judicial de la Policía Nacional, a la espera de los informes definitivos, apunta que el incendio es claramente provocado y que, de hecho, se han encontrado varios focos posibles.

Una cámara grabó a la expareja intentando acceder al piso

Con respecto a la autoría del incendio, todos los indicios apuntan hacia el hombre. En torno a las cinco de la tarde del mismo día 6 de julio fue grabado por una cámara intentando entrar con la llave en el piso de su expareja, unos hechos que también ha confirmado un testigo que lo vio. En esta ocasión no accedió, pero los investigadores creen que volvió posteriormente. Hacia las nueve de la noche, la mujer salió de casa y al cabo de dos horas los servicios de emergencias recibieron el aviso que se había originado un incendio en el piso.

La víctima aseguró que lo había dejado "todo apagado" mientras no estaba y las primeras indagaciones confirmaron que no se trataba de un incendio accidental. La mujer confesó a los policías que, aunque tenía una orden de alejamiento, su expareja había pasado una noche en casa dos meses antes. Además, el hombre se había presentado varias veces en la vivienda y había intentado comunicarse con ella para pedirle que retirara la denuncia por maltratos que le había puesto. Por este motivo, la mujer explicó que creía que podría haber cogido unas llaves del piso para entrar a escondidas y, en este sentido, apuntó que en las últimas semanas había echado de menos dinero y objetos de la vivienda.

El hombre ha ingresado en prisión

Después de varias indagaciones, la Policía Nacional detuvo la expareja como presunto autor del incendio provocado y este miércoles fue puesto a disposición judicial acusado de un delito de incendio en casa habitada, con penas que podrían ir de los 10 a los 20 años, y de los delitos de allanamiento de morada y quebrantamiento continuado de la orden de alejamiento, lo que también comporta penas de prisión. Por este motivo, sumado al hecho de que el detenido tiene numerosos antecedentes policiales y judiciales por violencia de géneros, hurto, lesiones, resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad o tenencia de armas, municiones y explosivo, la magistrada ha decretado su ingreso en prisión provisional. Una decisión además, según apunta la magistrada, que se habría tomado para proteger a la víctima, viendo que el orden de alejamiento no había sido suficiente y su vida podía correr peligro.