El juzgado de Palma de Mallorca (Islas Baleares) ha condenado a un año y medio de prisión por homicidio imprudente a la encargada de los alérgicos de un comedor escolar, al morir una niña de cinco años después de ingerir un helado en el cual era alérgica. También ha sido condenada con una sanción económica otra monitora del comedor, que estaba trabajando en el centro el día de los hechos.

El trágico accidente sucedió hace poco más de dos años, el 24 de mayo del año 2019, en el comedor del centro escolar de La Salle, situado en Palma de Mallorca. Aquel día, la monitora del comedor, pero también la encargada de los alérgicos del servicio, entregaron por error un helado a una niña de cinco años. El error fue fatal, ya que la pequeña era alérgica a la proteína de leche de vaca, y el helado le causó una reacción que, desgraciadamente, acabó con la vida de la niña.

Culpables de un homicidio por imprudencia grave

El juez del caso ha coincidido con la Fiscalía al considerar a la encargada de los alérgicos del comedor culpable de un delito de homicidio por imprudencia grave, ya que, a pesar de conocer el historial de la niña, le entregaron un alimento en el cual era alérgica, provocándole la muerte. Por este motivo, los magistrados del juzgado de lo penal número uno de Palma han dictado sentencia de prisión para la encargada del comedor, a quien han condenado a un año y medio, además de otro año y medio de inhabilitación. La monitora del comedor, por otra parte, ha sido condenada con una multa de 900 euros que tendrá que abonar a la familia de la víctima. En un primer momento, la Fiscalía solicitaba dos años de prisión para las dos responsables, mientras que la acusación particular exigía cuatro años de prisión.

La familia no entiende cómo pudo pasar

El abogado defensor de la familia sostenía que el centro donde trabajaban las dos responsables contaba con un sistema que permitía haber evitado el trágico incidente: tarjetas identificativas, bandejas de diferentes colores para diferenciar las de los alumnos con alergias, e incluso asientos separados a fin de que no corrieran ningún riesgo. Según su opinión, el centro estaba completamente preparado para evitar situaciones que pusieran en riesgo la vida de los niños, y no entienden cómo se produjo el imprudente y fatal error.

El helado le causó la muerte

La niña, al ingerir el helado, sufrió un choque anafiláctico, es decir, una reacción severa a causa de la alergia que sufría en la proteína de la leche, y que el helado que se comió, suministrado por las monitoras, contenía. Las reacciones alérgicas severas a menudo evolucionan muy rápidamente y, si no se reacciona con inmediatez, las personas que lo sufren pueden morir, ya que se les obstruyen las vías respiratorias, o ver gravemente afectada su salud. En esta línea, un pediatra a quien el juzgado citó a declarar en calidad de experto, determinó que la ingesta directa del helado por parte de la niña fue "determinante" para provocarle la muerte a la niña.