La rápida intervención de la Guàrdia Urbana y de los Bombers de Barcelona este martes evitó que el Parc de Montjuïc pudiera acabar devorado por las llamas. Era todavía por la mañana cuando efectivos del cuerpo policial recibieron el aviso que había un hombre que estaba prendiendo fuego a unos matorrales que había en la carretera de Miramar, en la parte de la montaña más próxima al puerto. Los agentes se desplazaron hasta la zona y confirmaron que había un hombre que estaba alimentando una hoguera. Inmediatamente, le ordenaron que se detuviera y se alejara, pero el individuo hizo caso omiso de las indicaciones y los desobedeció.

Huyó y provocó un segundo incendio

Ante el riesgo de que las llamas pudieran empiezas a extenderse por la masa forestal, los agentes policiales hicieron uso del extintor para controlar las llamas, momento en que el pirómano aprovechó para escaparse y recorrer montaña arriba. Lejos de intentar huir, sin embargo, el hombre se volvió a detener y, de forma totalmente intencionada, viendo que habían conseguido detener el primer incendio que había provocado, volvió a prender fuego a otros matorrales con un mechero.

Los Bombers de Barcelona, alertados de la existencia de los dos incendios se desplazaron en el lugar con varias dotaciones y pudieron extinguir el fuego antes de que las llamas avanzaran y se propagaran por la vertiente del Parc de Montjuïc. Por su parte, los agentes de la Guardia Urbana del distrito de Sants-Montjuïc pudieron interceptar al pirómano, un hombre mayor de edad de quien no se ha facilitado nacionalidad ni antecedentes, antes de que pudiera escapar y provocar otro incendio. Finalmente, acabó detenido y fue trasladado a las dependencias policiales.