Un accidente de tráfico en la carretera B-682, a la altura del término municipal de Malgrat de Mar, en el Maresme (Barcelona), podría haber acabado de manera muy trágica si no hubiera sido por la intervención in extremis de dos agentes fuera de servicio de la Policía Local de Santa Coloma de Gramenet. Los hechos se remontan al pasado once de septiembre, cuando los agentes, ambos de la Unitat de Suport i Intervenció Ràpida (USIR), volvían de madrugada de hacer su servicio cuando se encontraron con un coche empotrado sobre la barandilla, a la altura del punto kilométrico 0,3 de la mencionada vía, y no dudaron en prestar ayuda a los tres ocupantes.
Al parecer, el coche perdió el control, en circunstancias que se desconocen, y se salió de la carretera en una curva, casi cayendo por el arcén, y quedó colgando de la barandilla de tal manera que las tres personas que estaban dentro no pudieron salir por sus propios medios; el impacto había dejado el vehículo dañado y los ocupantes también habían sufrido heridas de diversa consideración. La rápida actuación de los agentes de la USIR fue clave para salvarles la vida, ya que el coche acabó por incendiarse.
Salvados in extremis de morir quemados al incendiarse su coche
Los policías avisaron al 112 del accidente, y desde la central enviaron patrullas de los Mossos d'Esquadra, dotaciones de los Bombers de la Generalitat y ambulancias del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). Viendo que la situación era crítica, no esperaron hasta la llegada de los servicios de emergencias y rescataron ellos mismos a los tres afectados, dándoles, además, una primera asistencia mientras esperaban a los sanitarios. Poco después de extraerlos, el turismo prendió fuego y quedó completamente calcinado.
La USIR es la unidad especial de la Policía Local de Santa Coloma de Gramenet que permite a los agentes poder hacer dispositivos e intervenciones -como controles de vehículos, de personas para buscar armas blancas o para actuar contra las ocupaciones- de manera más reactiva y más segura. Ya hace cinco años que patrullan las calles de la ciudad cada tarde y noche para garantizar la seguridad de todos los vecinos.