El agente de la Policía Nacional acusado de matar a su pareja en Olot el 20 de abril de 2019 ha declarado este viernes en el primer día de juicio. El hombre ha asegurado que solo tiene "flashes" del momento del crimen, pero que "supone" que fue él quien abrió fuego contra la mujer. El acusado ha reconocido que aquella noche estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas y tuvieron una pelea por celos, en los cuales la mujer le dijo "maricón" varias veces y lo amenazó con "hacer público" su homosexualidad. "Me generó mucha rabia porque lo quería mantener en secreto", ha explicado.
En su declaración al juicio, que contará con un jurado popular, el hombre ha detallado que él y la víctima tenían una relación sentimental "intermitente" desde hacía tiempo, ya que ella era una madre con dos hijos que vivía en un piso de Olot y él era un agente de la Policía Nacional destinado a Camprodon. Ha reconocido que tenían discusiones a menudo, pero que siempre se acababan reconciliando porque se amaban.
Con respecto a la noche del crimen, la del 19 al 20 de abril de 2019, ha declarado que salieron juntos por Olot y que él consumió alcohol y cocaína. En las puertas de un local de ocio nocturno se encontró una chica que conocía y la saludó con dos besos, un gesto en el cual su pareja habría puesto mala cara porque estaba celosa, según su versión. Para evitar que la discusión fuera a más decidió marcharse, pero de camino a Camprodon no paraba de recibir mensajes de su pareja y, cuando llegó a casa, decidió llamarle y quedaron para arreglarlo.
El hombre la habría matado porque ella quería hacer pública que era homosexual
El hombre volvió a coger el coche hacia el piso de su pareja en Olot, donde llegó sobre las dos y media de la madrugada. Según su relato, cuando llegó para tener una conversación serena, se encontró con que ella había estado bebiendo cervezas y fumando porros y empezaron a discutir. A partir de este momento, el hombre asegura que no recuerda cómo se produjeron los hechos, ni tampoco si los pocos recuerdos que tiene son reales. Sin embargo, sí que ha podido detallar que durante el conflicto ella le dijo "maricón muchas veces" y lo amenazó con hacer público que era homosexual. "Solo lo sabían ella y una amiga y yo quería que siguiera siendo un secreto", ha dicho. Este hecho, según ha reconocido, le generó mucha rabia y habría sido el detonante del crimen.
Afirma que a partir de aquí no recuerda si cogió el arma y la disparó, aunque reconoce que todos los indicios apuntan al hecho de que fue así. Tampoco recuerda haberse disparado un tiro en la cabeza después de matarla. El primero que recuerda después de la discusión es un agente de los Mossos d'Esquadra deteniéndolo por asesinato. "No sé cómo pude hacer eso, se supone que un policía es una persona experimentada que tiene que saber hacer frente a estas situaciones", ha dicho al final de su declaración, antes de acabar con una última conclusión: "No puedo volver atrás, si pudiera ella estaría viva".