Consternación entre los vecinos de la localidad francesa de Vémars, a 30 kilómetros al norte de París, por la muerte de tres hermanas de solo 5, 7 y 10 años este domingo. Según las primeras informaciones, las niñas murieron a manos de su padre, un policía miembro de la Brigada de Transporte Aéreo que estaba pasando por un proceso de divorcio, y que se suicidó después de cometer el crimen. Los cadáveres fueron descubiertos por dos compañeros del padre, que vivía en un cuartel de gendarmes en este pequeño pueblo de solo 2.300 habitantes, donde todo el mundo los conocía.

Según la fiscalía de Pontoise, el hombre tenía un contexto familiar "complicado". Estaba divorciándose de la madre de las niñas, quien tuvo que recibir atención médica por el estado de shock en el que entró al enterarse de la trágica noticia. Todavía no se conocen más detalles de la investigación, que ha sido asumida por la sección de investigación de Versalles junto con la del sector de transporte aéreo, ni tampoco si la madre se encontraba en el domicilio en el momento de cometerse el crimen.

Todo el pueblo, devastado

El alcalde de Vémars, Frédéric Didier, ha expresado su consternación en declaraciones recogidas por Le Parisien. "Es un tsunami de emociones para nuestro pueblo. Estamos completamente devastados". En Vémars, todo el mundo conocía a la familia. Las tres hermanas acudían a la escuela en este municipio, y la madre incluso pertenecía a una asociación de padres. El padre vivía en un barrio de nueva construcción destinada a los gendarmes y a sus familias, y compartía vecindario con otros 70 policías, con sus parejas e hijos.

A estas alturas poco más se conoce sobre este caso que ha pillado por sorpresa a todo el pueblo. "No nos esperábamos este tipo de tragedia, sobre todo en una localidad pequeña y tranquila como es Vémars", ha declarado a la prensa local uno de los vecinos de las víctimas. Una unidad de psicólogos se ha puesto a disposición de la familia de las niñas, así como de los compañeros de la Brigada de Transporte Aéreo que servían con el padre.