La División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra de la región metropolitana Norte está investigando otro incidente con armas de fuego en Catalunya. Las carpetas se acumulan sobre la mesa de estos investigadores, los mismos que llevan, desde este fin de semana, el tiroteo que dejó un muerto, un herido crítico y un herido grave en Mollet del Vallès, que, oficialmente, todavía no ha tenido avances. Ahora, sin embargo, tienen que asumir una nueva investigación, según ha podido saber ElCaso.com.

Este miércoles por la tarde, alrededor de las cinco, un agente de la Policía española ha alertado de que en la calle de Sant Raimon de Penyafort, en Sant Adrià de Besòs, dos personas se estaban disparando con un arma de fuego corta, estilo pistola. El agente, que estaba fuera de servicio, según consta en el atestado policial, oyó tres detonaciones y después una ráfaga de disparos. Sacó su arma de fuego y les apuntó, viendo que podían llegar a ser un peligro para su integridad física, acreditándose como policía y esperando la llegada de una patrulla de los Mossos. Los agentes de la policía catalana confirmaron que había dos hombres, escondidos tras una valla del campo de fútbol manipulando el arma, y después escaparon corriendo, en dirección hacia la Verneda, ya en la ciudad de Barcelona —esta zona del Besòs es frontera entre la capital del país y Sant Adrià, justo por debajo de la carretera B-10 y la Gran Via.

Huyendo de la policía, los dos hombres que estaban disparando en la zona, y según ha podido saber ElCaso.com, perdieron un teléfono móvil y también un cargador de un arma corta, que ya estaba vacío. Los agentes de los Mossos también localizaron el resto de un proyectil. El terminal móvil, el cargador y la vaina ahora serán analizados para poder aclarar quién eran los dos hombres y, sobre todo, si las huellas dactilares y las marcas en los objetos pueden también relacionar el arma con algún delito previo. Sería un error de principiante, pero los investigadores ya se lo esperan todo. La declaración del agente de la Policía Nacional fuera de servicio y la revisión de las cámaras de seguridad de la zona ayudarán a aclarar el relato de los hechos. Por ahora, y según han explicado fuentes de la investigación a ElCaso.com, todo parece indicar que los dos hombres, conocidos, estaban disparando para probar el arma o las armas y no se estaban disparando el uno al otro. Sea como sea, sin embargo, la investigación sigue en marcha para intentar poder intervenir el arma de fuego.

Más armas de fuego

La presencia de pistolas y armas largas en zonas calientes, como esta, en la parte alta de la Mina, como también pasa en el Prat, en la zona de Sant Cosme, o en otros barrios, donde la presencia de clanes familiares se mezcla con el muy productivo negocio de la marihuana, preocupa a los Mossos. Hace pocos días se registró otro tiroteo en la zona, un incidente que se suma a los otros que se producen en todo el país y a los que en los últimos meses han centrado la actualidad en la Mina, con el tiroteo del 7 de enero, con 250 disparos y una mujer herida por una bala perdida. Los Mossos detuvieron a varias personas meses después, pero quedaron todos en libertad.