Nuevo golpe de los Mossos d'Esquadra contra las plantaciones de marihuana de interior que controlan las mafias de Albania instaladas en nuestra casa. Este jueves agentes de la policía catalana de la comisaría de Manresa entraron en una casa de la calle Canigó de Rajadell, en el Bages, después de confirmar que en el interior había una plantación de marihuana. Se habían hecho varias vigilancias de la zona y el juez había autorizado la entrada.
Un punto más: armas para proteger la plantación
Podría ser una intervención más de este tipo de plantaciones, que siempre tienen la luz pinchada y que en el interior hay personas viviendo para vigilar y proteger la plantación, pero la entrada en esta casa de Rajadell confirma un hecho que hace meses que los Mossos d'Esquadra, de manera oficial y no oficial, ponen en alerta: el incremento de la violencia vinculada a este tipo de plantaciones y a este tipo de droga que se cultiva aquí y que mafias internacionales después trasladan por toda Europa.
Los agentes de los Mossos d'Esquadra que hicieron el asalto a la casa donde había la marihuana detectaron como un hombre se escapaba corriendo cuando las unidades de asalto, del ARRO, pudieron acceder al inmueble. Se trataba de un hombre que estaba en una tienda de campaña y que desde el lado de la casa, armado con una pistola, vigilaba la plantación para evitar asaltos por parte de otros grupos de narcotraficantes. El hombre se pudo escapar hasta el bosque, donde se consiguió esconder, a unos 300 metros de la casa que los Mossos habían asaltado. Los agentes activaron el helicóptero policial y se pudo hacer búsqueda por la zona hasta que pudo ser localizado y detenido. En el interior de la tienda de campaña que el detenido utilizaba de punto de vigía, los Mossos d'Esquadra encontraron una pistola. Los Mossos han explicado que el arma estaba montada y con un cargador municionado.
Un segundo detenido, en el interior de la plantación
En la entrada y registro del domicilio que era objetivo de la investigación se localizaron 798 plantas de marihuana, distribuidas en el garaje y en una habitación de la primera planta, material fitosanitario y una compleja instalación con ventiladores, aparatos de aire acondicionado, foco y otros utensilios para favorecer el cultivo de marihuana en espacios cerrados.
En el interior de la plantación se detuvo una segunda persona, un hombre, también de nacionalidad albanesa, igual que el que intentó escapar. Los dos, que se han negado a colaborar con la policía, tienen 20 y 29 años y serán entregados al juez de guardia de Manresa como presuntos autores de un delito contra la salud pública, un delito de defraudación de fluido eléctrico y por tenencia de armas.