Una pareja de Cabo de Cruz, en A Coruña, cuelga una bandera LGTBIQ+ en su ventana para enseñar a sus hijos pequeños el significado de la tolerancia y el respeto por la diversidad. Al día siguiente aparecen pintadas en la fachada del edificio: "Casa del maricón".
Pintada homófoba en vísperas del Día del Orgullo
Este sábado, en vísperas del Día del Orgullo, Pablo Chouza, un fotógrafo y padre de la aldea Cabo de Cruz de Boiro, en A Coruña, decidió junto a su mujer colgar una bandera LGTBIQ+ en una ventana de su casa para enseñar a sus dos hijos, de siete y diez años, lo que significa la tolerancia y la diversidad sexual.
Pero al día siguiente tuvieron que afrontar también una lección de odio y homofobia, al amanecer con una pintada en la fachada del edificio.
Horas después de colgar la bandera como muestra de apoyo, alguien que aún no ha sido identificado pintó con espray en la pared: "Casa do maricón" -casa del maricón-; y "España" y "maricón" en la puerta.
"Casa del maricón" por intentar educar a sus hijos en la tolerancia
El padre lo denunciaba así en las redes sociales: "Casi nunca pongo opiniones o temas personales, pero creo que esto es necesario difundirlo para denunciar. Cuando intentas enseñar a tus hijos lo que significa la tolerancia y el respeto por la diversidad sexual, Cabo De Cruz amanece así".
Era la primera vez que usaban esta bandera. Según cuenta Chouza al medio Nius: "La habíamos comprado hace unos meses y la teníamos guardada en un cajón. Ya habíamos hablado en otras ocasiones con nuestros hijos de la diversidad sexual. Pero creímos que ahora, colgándola con motivo del Día del Orgullo, era una buena ocasión para volver a hablar de eso con ellos".
Respuesta emotiva de los vecinos y las redes sociales
Junto a unas fotos de la pintada de la fachada, este padre animaba también al resto de la población a mostrar su apoyo a la causa: "Si muchas banderas colgasen en las casas del pueblo, se demostraría que los intolerantes son una minoría".
Y respecto a la pintada "España" ironizaba: "También se preocuparon por meter el país en la pintada, por si alguien llega en barco despistado... Para estos ya está todo en el mismo lote".
Tras el incidente, las calles de esta aldea de 3.000 habitantes se han llenado de banderas LGTBIQ+. "No hay más banderas en las ventanas por falta de stock", explica Pablo al medio citado. El propio ayuntamiento se unió a la causa y pintó con el arcoíris un paso de peatones en la puerta de su casa.
Delito de odio y vandalismo
De momento, el arcoíris convive con las pintadas homófobas, ya que el fotógrafo ha decidido dejar la fachada así a modo de lección.
Por otro lado, y más allá de la viralización del caso y de la gran respuesta de los vecinos, Chouza puso una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, ya que se trata de un hecho vandálico en una propiedad privada y también de un delito de odio.