Esconderse el botín en el interior de los calzoncillos no siempre es sinónimo de evitar que te pillen. Eso es lo que le ha pasado a un chico que intentó esconderse el móvil que había robado en las partes íntimas, pero que acabó siendo descubierto de todos modos. Los hechos tuvieron lugar pocos minutos antes de las cuatro y media de la tarde del pasado miércoles, cuando agentes de la Guardia Urbana de Tarragona estaban patrullando por la Part Baixa de la ciudad y vieron cómo, al darse cuenta de su presencia, cuatro jóvenes que había en la calle de Orosi empezaron a actuar de forma sospechosa.

Las cámaras lo graban guardándose el móvil en las partes íntimas

Los agentes municipales consiguieron parar al grupo en el cruce con la calle de Apodaca y la calle de Cartagena, donde se sumaron más efectivos de la Guardia Urbana. Tres de los jóvenes del grupo pudieron ser parados e identificados, pero un cuarto intentó escapar corriendo. Desde la Sala de Coordinación y Atención Ciudadana (SCAC), observaron por las cámaras de seguridad que el chico se acababa de esconder un objeto dentro de los pantalones durante la huida, cosa de la cual alertaron a los agentes que había sobre el terreno. Así pues, cuando uno de los efectivos policiales pudo interceptar al fugitivo, lo inspeccionó y le encontró en las partes íntimos un teléfono móvil de alta gama, con un precio superior a los 1.000 euros.

El joven explicó que le había dado a un amigo y tenía la intención de venderlo, pero no tenía ninguna forma de acreditar su procedencia. Además, según detalla el Diari de Tarragona, tampoco sabía desbloquearlo y tenía numerosas llamadas perdidas, así que sospecharon que no era suyo y se lo requisaron. Las gestiones posteriores permitieron localizar a su legítima propietaria, quien aquella misma mañana había denunciado el robo a los Mossos d'Esquadra, así que se le pudo devolver.