Los Mossos d'Esquadra pillaron el pasado 24 de abril en Maçanet de la Selva (Selva) a quince personas que intentaban entrar al país de manera ilegal escondidos en una furgoneta que provenía de Francia. A una patrulla de la División de Tráfico, que estaba efectuando un control en la AP-7, le llamó la atención el vehículo porque parecía que llevaba mucho peso. Señalizaron en el conductor para que parara. Este intentó huir, pero lo interceptaron más adelante. En aquel momento, dos personas salieron corriendo, escapando de los agentes. En el interior de la furgoneta había quince pasajeros más, que resultaron ser ciudadanos de Pakistán y de la India que habían llegado a Europa en situación irregular. El conductor, también pakistaní, quedó detenido por conducción temeraria y resistencia y desobediencia a la autoridad, así como por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. También detuvieron a los pasajeros por infringir la ley de extranjería, y se les abrió un expediente de expulsión a todos ellos.

Los pasajeros presentaban una infección en la piel

Los inmigrantes eran jóvenes de entre 20 y 30 años, ocho originarios de Pakistán y siete provenientes de la India. De los quince, solo seis llevaban|traían algún tipo de documentación, pero casi todos tuvieron que ser trasladados al Hospital Santa Caterina de Salt porque presentaban una infección cutánea. En aquel primer momento solo arrestaron el conductor por ocupación excesiva  de la furgoneta, y lo trasladaron a la comisaría de Santa Coloma de Farners. Durante el interrogatorio, los Mossos verificaron que el hombre estaba favoreciendo la inmigración ilegal con ánimo de lucro, por|para lo cual también lo acusaron de tráfico de personas y pertenencia a grupo criminal.

A partir de este momento, el caso quedó en manos de la Policía Nacional, el cuerpo encargado de todos los asuntos de extranjería, y se abrió una investigación. También interrogaron a los pasajeros, y descubrieron que el conductor les había recogido en Francia previo pago de entre 500 y 700 euros por pasajero, para introducirles en España, su destino final. A estas alturas se está tramitando su expediente de expulsión para devolverlos a sus países de origen.