La localidad de Platja d'Aro, en el Baix Empordà (Girona), se convirtió la madrugada de este domingo 11 de febrero en un infierno lleno de llamas. Todo por culpa de un pirómano que en menos de dos horas provocó varios incendios en la ciudad que dejaron dieciséis contenedores quemados. El primer aviso por fuego se recibió hacia la una menos cuarto de la madrugada, cuando una persona llamó al 112 para avisar de que había visto cómo quemaba una isla de contenedores en la calle de Nostra Senyora del Carme. Efectivos de la Policía Local, así como los Bombers de la Generalitat, se desplazaron hasta el lugar y pudieron apagar las llamas.

Al cabo de unos minutos, los servicios de emergencias recibieron otra llamada por un incendio de un contenedor, esta vez en el cruce entre la calle de Sant Narcís y la calle de Santa Eliana. Cuando los Bombers extinguieron las llamas, decidieron que, ante la posibilidad de que se tratara de una oleada de vandalismo y pudiera haber más, una dotación se quedaría por la zona. Las sospechas de los servicios de emergencias solo tardaron unos 20 minutos en confirmarse, cuando entró un tercer aviso por un incendio de contenedores, esta vez en la calle de Gaziel. Todavía se sumarían dos más en la calle de Pardines y en la calle del Casino de Castell d'Aro.

En este último caso, los agentes de la Policía Local han conseguido ver cómo un hombre de unos 50 años con gorra y bicicleta huía de la zona. Aunque en un primer momento lo intentaron perseguir sin éxito, se montó un dispositivo que permitió detenerlo en la avenida de Castell d'Aro. Al registrarlo, los agentes comprobaron que llevaba encima guantes con las puntas de los dedos quemadas y dos mecheros. Además, tanto la ropa como la mochila que llevaba tenía un intenso olor a quemado.

Dieciséis contenedores quemados en dos horas

Al revisar las cámaras de seguridad del municipio, confirmaron que se le había visto pasar en bicicleta por los puntos próximos a los incendios en el momento en que se habían producido. En total, según la empresa suministradora de los contenedores, se quemaron dieciséis contenedores, cinco estructuras y una isla, con un valor aproximado de 30.000 euros. Los agentes municipales, además, sospechan que también podría ser el autor de la quema de contenedores que hubo la noche del 28 de enero en las calles de Joan Maragall, Onze de Setembre i Sorres, con un coste de 15.000 euros.