Un hombre de 39 años fue detenido el pasado viernes 24 de febrero después de ser pillado con las manos en la masa intentando forzar varios vehículos estacionados en la calle en Salou (Tarragonès). Los hechos ocurrieron en torno a las dos del mediodía, a plena luz, y los Mossos d'Esquadra lo detuvieron cuando intentaba abrir la puerta de una furgoneta con un destornillador.

La policía lo reconoció

Una patrulla de los Mossos que pasaba por la calle Carles Roig de Salou se fijó en una persona que actuaba de manera sospechosa, observando con mucho detenimiento los coches que había aparcados por los alrededores de la antigua estación de tren de la localidad. Al instante se dieron cuenta de que se trataba de una persona quien ya había tenido encontronazos con la justicia, al ser un ladrón reincidente.

Los agentes decidieron seguirlo disimuladamente, esperando el momento oportuno en el cual poder detenerlo. Después de dirigirse hacia el paseo Jaume I, el ladrón intentó abrir la puerta de un vehículo estacionado en el parking público de la zona. Justo cuando se disponía a forzar el coche, dando una excusa a los policías para detenerlo, la presencia de una persona que paseaba por los alrededores le hizo desistir de su intento.

El detenido continuó con su recorrido por las calles Montblanc y Valls, donde encontró varias furgonetas aparcadas. Eran propiedad de una empresa de servicios y construcción con mucho material en el interior. Eso llamó a su atención, y decidió intentar hacerse con el equipamiento que había dentro de los vehículos.

Pillado forzando la puerta de una furgoneta

Primero lo intentó con una de las furgonetas que tenía una de las ventanas bajada unos centímetros. Pero rápidamente cambió de opinión y se dirigió hasta otra aparcada justo en frente y que tenía material de construcción valorado en unos 4.000 euros.

Al ver que no había nadie por los alrededores, el ladrón sacó varias herramientas de la mochila que llevaba, y empezó a forzar la cerradura de la puerta. Eso era lo que estaban esperando los Mossos, quienes intervinieron antes de que pudiera dañar la furgoneta, y lo arrestaron. Al registrarlo encontraron cuatro destornilladores, dos alicates, un tapabocas, un sombrero de lana y tres pares de guantes. Después de interrogarlo en comisaría quedó en disposición del juzgado en función de guardia de Tarragona, y quedó en libertad con cargos.