Pillan en Riudellots de la Selva, Girona, a un hombre que circulaba borracho por la autovía A-2 y con un cubata en el posavasos del coche.

Pillado conduciendo borracho en Riudellots

Los hechos pasaron ayer tarde. Los Mossos de Tráfico y los agentes del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) habían montado un control de paso al kilómetro 705 de la autovía A-2, en el término de Riudellots de la Selva, en Girona.

Hacia las cinco y media, los agentes pararon un vehículo. Lo conducía un hombre rumano de 48 años residente en Celrà.

Cuando los agentes se acercaron, ya vieron que el hombre presentaba signos evidentes de ir bebido y desprendía un fuerte olor de alcohol.

Pero por si no fuera suficiente, en el asiento del copiloto llevaba una botella de güisqui. Y en el posavasos, tenía un combinado preparado para bebérselo.

Cuando los agentes le hicieron la prueba de alcoholemia, el resultado no dejó lugar a dudas: el conductor marcó una tasa de 0,79 miligramos por litro, más del triple de la tasa máxima permitida.

Por eso, los Mossos lo denunciaron penalmente por conducir bebido y le inmovilizaron el vehículo.

Con un cubata en el posavasos del coche

Además de denunciarlo por la vía penal e inmovilizarle el vehículo, los Mossos también lo multaron porque llevaba un permiso sin validez: se lo habían retirado por varias infracciones y no había hecho el curso de reeducación vial.

El conductor tendrá que comparecer ahora ante el juzgado de instrucción en funciones de Santa Coloma de Farners cuando se lo requiera.

Mossos Transido

Pillan a un hombre borracho con una botella de güisqui de copiloto y un cubata en el posavasos / Mossos d'Esquadra

Esto pasa después de otra infracción pillada en carreteras catalanas. Alrededor de las ocho y media de la noche del sábado, los agentes de los Mossos recibieron el aviso que un conductor había entrado en dirección contraria en la autopista AP-2 por el Segrià.

Los Mossos d'Esquadra montaron un dispositivo policial que permitió localizar y parar al kamikaze a la altura del punto kilométrico 135, en el término de Torres de Segre, en Lleida.

Los agentes comprobaron que había circulado 25 kilómetros en dirección contraria por la autopista, poniendo en riesgo la vida propia y del resto de conductores que circulaban.